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Los Periodistas y la agencia de promoción del pánico por COVID 19:


Reflexión de hoy:

*Cuando nos escandalicemos por la miseria que mata a millones en el mismo grado en que nos escandalizamos por las muertes por COVID 19, habrá esperanza para la humanidad y el planeta.*

Los Periodistas y la agencia de promoción del pánico por COVID 19:

Varios de los ciudadanos que hemos decidido dedicar nuestro tiempo libre (pues no vivimos del oficio periodístico) a la tarea de analizar e informar con independencia, sentido de responsabilidad y empatía hacia nuestros pares, experimentamos satisfacción por intentar desempeñar nuestra actividad comunicacional con un ejercicio de escepticismo tendiente a oponernos con bases sólidas a las "noticias" y el amarillismo que lamentablemente hemos venido padeciendo incluso de reporteros, analistas y periodistas que se venden como independientes y diferentes a los convencionales y los conocidos como "chayoteros".

Quizá una de los males de raíz que ha convertido en mercancía lo que debería ser el derecho a ser informados con responsabilidad y respeto, es que un considerable número de periodistas trabaja para empresas de comunicación a las que lo que más interesa es el "rating" (nivel de audiencia) y, en el caso de los Youtubers, el número de "likes" (manita para arriba) ya que pese a que esta plataforma es una alternativa a la radio y la TV, muchos de los que hacen uso de ella han caído en el mismo vicio: vender, vender y vender cada vez más, es decir, ganar, ganar y ganar cada vez más suscriptores pues ello paga y paga mucho. Y si para lograr esta meta hay que hacer uso del escándalo y la gritería, pues eso se hace y el objetivo principal que debería ser el hacer llegar a la gente no sólo noticias sino investigaciones y análisis profundos respecto de lo que informan, pues queda relegado a segundo término.

Lo que ha venido ocurriendo desde principios de este año ha sido una verdadera y devastadora pandemia pero no por el coronavirus (SARS Cov2: Severe Acute Respiratory Syndrome by coronavirus 2) sino por la abrumadora profusión de noticias revestidas de apabullante amarillismo un día sí y otro también, respecto del número de contagiados y muertos por la COVID 19 (Coronavirus Disease in 2019) mientras callan mañosamente sobre la significativa cifra de personas que se recuperan (hasta hoy, 6,9 millones) de esta enfermedad y que supera con mucho a la de fallecidos a nivel mundial (hasta hoy 560,000).

Es verdaderamente indignante y lamentable que espacios que se venden como de los más serios y comprometidos con sus audiencias insistan en seguir generando pánico e histeria colectiva repitiendo con insistencia goebeliana el número de contagios, el número de muertos!!! (nunca el número de recuperados) con las devastadoras consecuencias que ya hemos padecido como son la pérdida de millones de empleos por el cierre de miles de pequeñas y medianas empresas que no han podido resistir las medidas adoptadas por varios gobiernos para detener la "pandemia". Y porque no queremos fundamentar esta reflexión en simples opiniones, es que me he dado a la tarea de investigar de fuentes tan oficiales como la misma OMS, BBC News, Noticias ONU, para realizar un comparativo de cifras de defunciones por varias causas a nivel mundial y que nos llevaría a concluir que lo que hay detrás de esta pandemia "informativa" (yo diría "deformativa") desatada alrededor del SARS Cov2, NADA tiene que ver con proteger la salud de la sociedad mundial y MUCHO que ver con la agenda oscura de las élites financieras que se regodean en lucrar a costa de la miseria de naciones enteras:

Fallecimientos por año y su causa a nivel mundial:

CARDIOPATÍA ISQUÉMICA Y ACCIDENTE CEREBROVASCULAR:

15,2 millones. Estas siguen siendo las principales causas de muerte hasta ahora. Es fundamental explicar ambos padecimientos se derivan de la arteriosclerosis causada por tabaquismo, ingestión de grasas animales que contienen el colesterol dañino al organismo, así como altos niveles de azúcar en sangre generados por la diabetes que igualmente se produce por pésimos hábitos alimenticios.

ALCOHOLISMO:
3 millones

TABAQUISMO:
3 millones

CÁNCER DE PULMÓN Y TRÁQUEA:
1,7 millones

DIABETES:
1,6 millones. Como ya mencionamos y es de muchos conocido, este terrible padecimiento se debe en gran medida a la ingesta de elevadas cantidades de azúcar contenida principalmente en bebidas procesadas como la Coca Cola, Pepsi-Cola, etc, y en productos chatarra como los que vende Bimbo, entre otras transnacionales.

HAMBRE:
6 millones de niños (a esto hay que sumarle los millones de adultos que fallecen por inanición). Indudablemente esta sí es una pandemia que se deriva de otra mucho más terrorífica y destructiva que la ocasionada por cualquier virus: la corrupción que favorece que unas cuantas élites (1%) (las mismas que hoy controlan y patrocinan a la Organización Mundial de la Salud) concentren alrededor del 80% de la riqueza mientras que el restante 99% se distribuye el remanente 20%.

COVID 19:
560,000 hasta el día de ayer. Si comparamos esta cifra con los 15,2 millones de fallecimientos por cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, pues no es difícil darse cuenta del abrumador amarillismo que ha convertido esta enfermedad en la “terrible pandemia” que ha destruido economías y alterado significativamente la vida de millones de seres humanos. Tal como ocurre con otras enfermedades respiratorias como la influenza y la gripe estacional, la existencia de enfermedades como la diabetes, tabaquismo, obesidad, presión alta es un factor de altísimo riesgo que es el que realmente causa la muerte de los pacientes.

Aquí hay que aclarar varias cosas:
a) El número de muertes causadas por este virus, que no llega siquiera al millón, se integra con números inflados por las diversas instituciones de salud, tal como ha sido reportado por médicos que no se han dejado intimidar por sus autoridades que los han amenazado con el despido y el retiro de sus licencias si se atreven a decir la verdad: que un buen número de fallecimientos por causas distintas son reportados como ocasionados por la Covid 19.

b) La mayoría de los medios de "comunicación", incluso los que se venden como comprometidos con la verdad y con la entrega de análisis e investigaciones a fondo, NUNCA hablan del gran número de gente que se ha recuperado y que asciende a nivel mundial a 6 millones 900 mil, que representa más del 50% del número de infectados.

c) Los infectados no necesariamente experimentan síntomas sino que en muchos casos no se percatan de ello pues su sistema inmunológico funciona al 100% debido a un estilo de vida sano: comida saludable, ejercicio, ausencia de adicciones, equilibrio emocional gracias a una situación económica estable, algo que desafortunadamente no es el denominador común.

En suma, cuando comparamos el número elevadísimo de gente fallecida por diversas enfermedades causadas por ingestión de comida y bebidas chatarra, tabaco, alcohol, hambre con la cifra de gente que ha muerto por Covid 19, veremos que el escándalo infame y amarillista generados por la mediocracia convencional y lamentablemente, medios alternativos e independientes que se han sumado a la gritería estridente que reprocha al gobierno mexicano su intención de reactivar la actividad económica, es verdaderamente inaceptable y nos debería mover a conminarlos a actuar con más responsabilidad y compromiso hacia las audiencias.

Se puede entender que una derecha irresponsable, criminal y que busca montarse en cada coyuntura para regresar al poder y continuar lucrando a costa de destruir el país, suelte alaridos de alarma acusando al gobierno de no hacer "lo suficiente" para frenar esta "pandemia". Pero que periodistas serios a los que uno solía respetar, se sumen al coro de alarmismo que como una nube negra sigue ahogando a la sociedad, sumiéndola en la desesperanza, el pánico y un estrés empeorado por la falta de empleo y dinero, es absolutamente indignante.

Hace ya semanas que realicé un ejercicio de lógica y sentido común (el menos común de los sentidos ahora más que nunca) con mis alumnos y les hice una pregunta muy simple: ¿qué sucedería si en lugar de usar nuestras piernas para movernos, empleáramos muletas? La respuesta es simple: las piernas se atrofiarían tanto que no podríamos siquiera ponernos de pie. Lo mismo ocurre con nuestro sistema inmunológico cuya función es la de defendernos de patógenos. Los seres humanos hemos coexistido con una amplia diversidad de virus y bacterias y lo seguiremos haciendo, sin duda. Hasta ahorita, NADIE se había escandalizado a estos grados de insania por las muertes por influenza o gripa estacional, o por los fallecimientos ocurridos por las diversas enfermedades arriba mencionadas que han ocasionado millones de muertes. Sin embargo, la terrible PANDEMIA del amarillismo escandaloso alrededor de este coronavirus (uno de los 7 tipos que causan enfermedades respiratorias), ha quebrado las economías de países enteros, ha destruido la vida de cientos de miles de seres humanos e incluso ha originado que se suiciden jóvenes y adultos debido al terror y la depresión generados. El grado de histeria y pánico son de tal magnitud que hay lugares donde se ha llevado a prisión y se ha asesinado a personas que no usan el cubrebocas, sobre el cual NO se menciona su poca efectividad para prevenir el contagio ni que su uso continuo obliga a la gente a inhalar bióxido de carbono, gas tóxico que nuestro metabolismo celular produce y que es exhalado por nosotros para ser absorbido por las plantas para las cuales es vital de la misma forma que el oxígeno lo es para los seres humanos y otros animales.

De manera atinada, el vocero del gobierno federal ha explicado el por qué NO se ha hecho obligatorio el uso del cubrebocas y, en coincidencia con otros médicos en los Estados Unidos, España, Argentina y otros países, han dicho que este artefacto solo debe ser utilizado para evitar que las gotas expulsadas cuando gente enferma estornuda o tose, lleven el virus a otras personas que se encuentran cerca de nosotros. Pero si no estamos enfermos y no estamos expulsando virus con el estornudo o la tos, no hay motivo para cubrirse la cara al salir a la calle, ya que lo que nuestro organismo necesita es respirar oxígeno. Más aún, el virus se concentra en grandes niveles en la tela o material del que están hechos miles de cubrebocas.

Por otra parte, lo que la OMS y la OPS debieron haber hecho hace décadas, es fomentar buenos hábitos alimenticios favoreciendo la venta y distribución de comida verdaderamente nutritiva, haciendo todo lo posible por impedir la elaboración de productos chatarra que destruyen la capacidad de nuestro sistema inmunológico para llevar a cabo su función: protegernos de patógenos. Lamentablemente, estos organismos patrocinados por las grandes farmacéuticas y otras transnacionales de la muerte no han cumplido con su misión, sino que han hecho mutis respecto de la inmoral colusión entre la "industria" de la salud y la industria “alimentaria” (el sólo hecho de emplear el término: "industria" a un derecho universal como la salud, es espeluznante!). Y si a esto sumamos la profusión en la venta de bebidas alcohólicas y tabaco, pues el asunto empeora.

Y por si nos cupiera alguna duda de los intereses que defiende, la OMS acaba de emitir una "advertencia" hacia el gobierno mexicano por la decisión de empezar a reactivar la economía del país. Y claro la mediocracia convencional y la “alternativa” no dudaron en darle impulso a la “preocupación” de esta institución de dudosa moral. Al fin y al cabo qué les puede preocupar que millones de ciudadanos hayan quedado desempleados y en una situación de terrible precariedad, padeciendo angustia y estrés y sus consecuentes estragos en la salud. Ellos y los burócratas de la propia OMS, la OPS, la clase política y pocos empleados y funcionarios privilegiados siguen recibiendo su sueldo, sin problemas.

Lo sigo y seguiré diciendo: apoyo y siempre apoyaré al gobierno encabezado por el Presidente López Obrador y creo que su administración ha respondido más que a la "peligrosidad" del coronavirus 2, a las enormes presiones recibidas desde la derecha expulsada del poder, la plutocracia internacional (FMI, OMS, etc), y la mediocracia que les sirve. No me cabe duda de que detrás de la creación de esta “pandemia” está la intención de impedir la acción y formación de sindicatos, la creciente politización de amplios sectores ciudadanos; el impulso de organizaciones sociales y el significativo empoderamiento social  auspiciados por el lopezobradorismo y otras corrientes progresistas en América Latina y en el mundo. Y, por otra parte, para que las grandes empresas ahorren recursos al tener a sus empleados trabajando desde su casa; para que la banca ladrona y usurera siga ofreciendo préstamos con altísimos intereses (FMI) a gobiernos en bancarrota; para que las transnacionales de la “salud” sigan hinchándose los bolsillos con la venta de medicamentos y vacunas...

Pero nada de esto les importa, aunque esté fundamentado en datos duros reportados por instituciones como la propia OMS, la ONU, la BBC, entre otras. Lo que les importa es seguir aumentado el "rating" entregando amarillismo y gritería y criticando a los que nos rehusamos a ser manipulados de manera tan grosera y decidimos salir a respirar aire puro, a alimentarnos correctamente, a no alejarnos de nuestros seres queridos, a no ver al prójimo como un peligro; a no permitir que el pánico rija nuestra vida y a conducir nuestro pensamiento con lógica y raciocinio. Como lo he dicho antes, he recogido decenas de testimonios de taxistas, padres de familia, enfermeras que han revelado que hay una consigna en hospitales para atribuir a la COVID 19 virtualmente todos los fallecimientos y que tanto médicos como otros trabajadores de la salud han sido amenazados con el despido si se atreven a denunciar todo esto.

Cierro esta larga reflexión haciendo un ejercicio de regresión al siglo XIV en que todo el continente europeo se vio azotado por una espantosa pandemia, la de la peste negra causada por la bacteria Yersinia pestis que mató a más de 60 millones de gente. Es entendible que la ignorancia, el predominio del pánico generado por no saber la causa de tanta muerte y las condiciones de insalubridad propias de aquella época, hayan contribuido a crear el caldo de cultivo para la expansión de esta auténtica pandemia que causó tales estragos. Pero estamos en el siglo XXI, en que conocemos cómo funciona nuestro organismo; en que organizaciones como la OMS saben perfectamente y lo han sabido siempre, cómo se pueden prevenir catástrofes sanitarias como las causadas por la ingestión de comida y bebida chatarra, alcohol y por adicciones como el tabaquismo y la drogadicción. Pero, repito, queda claro que el bienestar de la población mundial no ha sido la prioridad de este organismo.

Sé que esta reflexión causará enojo y antipatía de fans y seguidores de espacios tanto convencionales como “alternativos” que siguen repitiendo las cifras del escándalo y la neurosis. Ya lo he dicho: no tengo más interés que el de compartir opiniones que siempre intento fundamentar con seriedad. Nadie me paga, nadie me controla ni respondo a intereses ajenos al bienestar propio y de los demás. Trato de realizar mi actividad comunicacional con honestidad intelectual y sin querer quedar bien con nadie, sólo con mi conciencia. Me enseñaron a ser refractaria a la estupidez, la mentira y la manipulación. Esa es la maravillosa herencia que mis padres me legaron.

Patricia Barba
Secretaria Caribe y México

Ruben Suárez
Secretaria internacional

Julio 2020

conaicop.uy@gmail.com

http://radioconaicop.blogspot.com/

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