Diplomático venezolano Alex Saab extraditado a EE. UU.
Se ha hecho injusticia. El diplomático venezolano Alex Saab fue extraditado a Estados Unidos, con la complicidad del gobierno de Cabo Verde. Saab fue capturado ilegalmente en la isla durante un reabastecimiento de combustible en junio de 2020 mientras su avión se encontraba en tránsito por Irán. Luego, la CIA actuó en concierto con los servicios secretos colombianos y locales para arrestar al empresario, acusado de violar las "sanciones" norteamericanas impuestas a Venezuela al proporcionar alimentos al país bolivariano.
Un "crimen" de lesa inhumanidad, considerando la naturaleza y las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el gendarme mundial y sus subordinados en desacato a las normas internacionales. En este caso, como denunció el gobierno bolivariano, además de las leyes caboverdianas, se violó la Convención de Viena, pues Saab estaba protegido por inmunidad diplomática, siendo enviado especial de Venezuela para las relaciones con Rusia e Irán y embajador de la Unión Africana.
Además, el diplomático había sido designado como representante permanente de Venezuela en las negociaciones con la oposición, que se llevan a cabo en México desde agosto. Se suponía que una nueva reunión tendría lugar el domingo 17 de octubre, pero la delegación venezolana, encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, decidió suspenderla, denunciando el nuevo intento de presionar las negociaciones para imponer un “cambio de régimen”.
El comunicado del gobierno bolivariano responsabiliza a las autoridades de Cabo Verde y al gobierno del presidente Biden de la vida e integridad de Alex Saab y, “como nación soberana”, se reserva el derecho de actuar en consecuencia.
La prensa de Miami inmediatamente señaló que seis ejecutivos de la petrolera venezolana PDVSA con doble ciudadanía venezolana-estadounidense y acusados de desviar fondos a Estados Unidos han regresado a la cárcel mientras se encuentraban bajo arresto domiciliario presuntamente luego de negociaciones con la administración estadounidense. En las cárceles venezolanas también hay otros norteamericanos (son 9 en total), detenidos mientras organizaban ataques a instalaciones petroleras o invasiones mercenarias.
El ex gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien fue a Venezuela para negociar la liberación de los estadounidenses, dijo en un comunicado: "Es un giro muy decepcionante, ahora esos detenidos serán utilizados como peones políticos". La portavoz del Departamento de Justicia de América del Norte, Nicole Navas Oxman, declaró que Saab comparecerá ante un tribunal de Miami ya el lunes 18 y expresó su gratitud y admiración al gobierno de Cabo Verde "por su profesionalismo y perseverancia en este complejo caso".
Otras fuentes del gobierno de Biden, en cambio, han tratado de restar importancia a la operación, señalando que el empresario tendrá la oportunidad de defenderse ante los tribunales estadounidenses y que su caso no afectará las negociaciones en México. Es bien sabido, de hecho, que los tribunales de Miami son campeones de la "imparcialidad"...
Estados Unidos había estado apuntando durante años la actividad de Saab, de los cuales creen que pueden obtener confesiones sobre el sistema de defensa económico y financiero establecido por Venezuela para aflojar el control de las "sanciones". Trump, que ya lo había sancionado individualmente en 2019, se había obsesionado con él, hasta el punto de que, tras su secuestro en Cabo Verde, había enviado un buque de guerra de la Armada para vigilar al diplomático en el archipiélago africano.
Los halcones del Pentágono y sus lobbies de Miami ahora se regodean con la boca de los golpistas venezolanos y del gobierno colombiano, que alaban la "independencia" de las autoridades caboverdianas. Un twitter del presidente colombiano Iván Duque define la extradición de Saab como "un triunfo en la lucha contra el narcotráfico, el lavado de dinero y la corrupción propiciada por la dictadura de Nicolás Maduro", y reitera su apoyo a las políticas estadounidenses.
Hace unos días, luego del asesinato de dos adolescentes venezolanos en territorio colombiano, el gobierno bolivariano denunció a Duque por incitar al odio y la xenofobia contra los migrantes venezolanos, y esto mientras Duque se embolsa una gran cantidad de fondos para "ayudar a los migrantes venezolanos".
Ahora, luego de la extradición de Saab, la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez ha señalado el púlpito desde el que parte el sermón, dado que Colombia es el mayor productor de drogas del mundo, mientras que Saab es "un diplomático inocente que ha ayudado a nuestro país contra el bloqueo criminal” sufriendo graves violaciones a sus derechos humanos.
Para el gobierno de Maduro, la extradición de Saab es el "intento desesperado" de Duque y la extrema derecha venezolana de hacer estallar las megaelecciones del 21 de noviembre, es un ataque a la estabilidad del país y al desarrollo de las negociaciones. El mes pasado, luego de la confirmación de la extradición, la delegación venezolana en México exhibió pancartas con una foto de Saab exigiendo su liberación. Jorge Rodríguez leyó una carta en la que el diplomático de 49 años, gravemente enfermo, denunciaba haber sido torturado. A cambio de una suspensión del suministro de alimentos a Venezuela de "al menos 50 días", sus captores habrían suavizado el trato. "¿Pero cómo puedo convertirme en cómplice del genocidio contra el pueblo venezolano?" Saab respondió.
La del diplomático tomó de inmediato la forma de un secuestro al más puro estilo "reddición", la detención ilegal impuesta por Estados Unidos a los llamados "combatientes enemigos" tras los atentados del 11-S. Una práctica realizada con la complicidad de gobiernos subordinados a Estados Unidos, que pusieron a disposición toda la logística para los secuestros sin leyes ni fronteras de sospechosos que, tras inenarrables torturas, si no desaparecían, iban a parar a Guantánamo.
Veinte años después del 11 de septiembre de 2021, en ocasiones algunos libros nos recuerdan que en la isla - robada ilegalmente al gobierno cubano y transformada en uno de los peores campos de concentración - aún languidecen presos sin derechos y sin juicio, que terminaron allí también por casos de homonimia.
Un método similar al del Plan Cóndor en América Latina, cuando dictadores a sueldo de la CIA intercambiaban "favores", secuestrando a los opositores dondequiera que estuvieran, incluso en Europa.
El gobierno bolivariano ha anunciado que llevará el caso de Saab a todos los organismos internacionales responsables de la defensa de los derechos humanos, considerándolo un precedente peligroso. Un grave ataque al derecho internacional.
Estradato negli USA il diplomatico venezuelano Alex Saab
GERALDINA COLOTTI
Venezuela Entrevista exclusiva a la diputada Tania Diaz: “Contra Venezuela, un entramado cultural, político y semiótico que nos quiere llevar de nuevo al coloniaje”
“Contra Venezuela, un entramado cultural, político y semiótico que nos quiere llevar de nuevo al coloniaje”. Entrevista exclusiva a la diputada Tania Diaz
Tania Díaz, reconocida periodista y dirigente política de la revolución bolivariana, ha ocupado diversos cargos tanto durante los gobiernos de Hugo Chávez como en los de Nicolás Maduro. Actualmente, es vicepresidenta de Agitación Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), diputada a la Asamblea Nacional y continúa conduciendo el popular programa de radio Dando y Dando.
Has estado en la primera línea contra las múltiples agresiones imperialistas a la Revolución Bolivariana. ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles?
Los 20 años de Revolución Bolivariana han sido de agresión continua, es decir una estrategia de guerra permanente, primero contra el Comandante Chávez y ahora contra el Presidente Nicolás Maduro, ya que ellos encarnan y liderizan el proceso de cambios profundos que vive Venezuela. Una revolución que se ha dado el pueblo venezolano a sí mismo, como protagonista, y que implica una confrontación de modelos, un cambio que invirtió las reglas de la política nacional en el año 1998, por la vía electoral, y que continúa por vía democrática a contracorriente de los grandes capitales transnacionales y de las oligarquías locales que les son serviles. Por eso siempre la agresión ha sido contínua y despiadada, con momentos picos muy difíciles como lo vivido a finales del año 2001, abril del año 2002 y comienzos del año 2003. Fueron años de profunda turbulencia contra el Comandante Chávez por haber tomado gobierno en áreas neurálgicas de la economía nacional, como son la tierra y el petróleo, al aprobarse la Ley de Tierra y la Ley de Hidrocarburos cuando apenas iniciaba su mandato. Al sancionarse estas leyes, la oligarquía y sus mangantes del Norte decidieron actuar contra Chávez porque no estaban dispuestos a dejarse arrebatar esa riqueza que significaba, para ellos, su garantía de supervivencia hegemónica, y para nosotros los revolucionarios un paso gigante hacia la emancipación y soberanía. Fueron momentos difíciles.
También fue una agresión en el espacio político y comunicacional. Nos tocó resistir en los dos únicos medios oficiales que existían para el momento: Venezolana de Televisión y Radio Nacional de Venezuela y, sinceramente, desde la experiencia como comunicadora y periodista lo más difícil fue ver desatar ese río de odio a través de los medios disponibles para la época, mirar como esa estrategia de propaganda de guerra lograba inocularse en sectores de la población que nos desconocían como sus hermanos, que estaban dispuestos a atacar violentamente con todas las fuerzas a otros venezolanos y venezolanas, que se desconocían a sí mismos como venezolanos y venezolanas, sentir cómo se perseguía una parte de la población. Ver ese despliegue impune de odio y violencia por las distintas vías de comunicación y también por las calles del país fue para nosotros sorprendente. Fue la primera vez que lo vimos de una manera tan descarada y abierta, como resultado de una estrategia de propaganda de guerra contra el país que se sumaba a un golpe económico – paralizaron y sabotearon Petróleos de Venezuela – y a una insurrección prolongada e ilegal contra la institucionalidad del país.
Sin duda, nosotros en este momento vivimos el preludio de una guerra. Todo el escenario se montó para desatar una guerra fraticida, una guerra civil que cumpliera los objetivos de las grandes potencias interesadas en robarse la riqueza venezolana, que era dar al traste con la revolución bolivariana, revertir el desplazamiento del poder de sectores oligárquicos entreguistas y someter a la población venezolana, anular la esperanza de millones quienes, de la mano del Comandante Chávez, habíamos reconquistado el derecho a la ciudadanía, la dignidad, el orgullo nacional, la creencia firme y el accionar además -con el proceso constituyente- de que somos dueños de nuestro destino y que podemos decidir el futuro de nuestro país, nuestra comunidad y nuestra familia. Ésto es lo que más dolor causaba en este momento, momento muy duro, sin duda de la Revolución, pero también muy hermoso porque vimos el resultado de toda la acción de creación colectiva que habíamos edificado junto a Chávez. Allí, como ya es historia y todo el mundo lo conoce, el pueblo venezolano dio una enorme lección política: se armó el pueblo de Constitución y salió con la Ley en la mano, sin violencia, por la vía democrática electoral, a restituir el hilo constitucional.
El otro momento muy difícil, el más difícil de todos y sin duda el más triste, fue la pérdida física del Comandante Chávez. Nunca nos pasó por la mente que el Comandante Chávez pudiera irse de este terreno, que era un ser humano y que tenía una vida corporal finita. Su enfermedad fue un período de profunda reflexión. El mismo lideró el proceso de introspección y revisión política que nos tocaba vivir como sociedad para preparar el momento en el que ya no estuviera al frente y no pudiera orientarnos personalmente en cada paso, como nos acostumbramos durante casi dos décadas. A través de la literatura, por ejemplo, el Comandante Chávez nos habló de la teoría del Eterno Retorno, de Nietzsche, nos hizo leer la Biblia, nos metimos en un proceso de reencuentro con la esencia misma de la Revolución y de preparación para un momento que nunca preparamos, que jamás quisimos vivir.
Cuando el Comandante Chávez partió, él lo sabía y nosotros tal vez no lo habíamos asumido con certeza, ese fue el punto de inflexión, el banderazo de partida para que el imperio norteamericano y todo el entramado del capital hegemónico mundial se ensañara contra Venezuela. Muchas y muchos de nosotros pensamos que la muerte del Comandante fue inducida, lo creemos porque – como bien lo expresó la consigna de su última campaña – Chávez era y es todavía hoy el Corazón del pueblo llano de Venezuela, del hombre y la mujer de pie, obrero, campesino, trabajador. Por eso creyeron que al arrebatárnoslo se acabaría también nuestra fortaleza política y Barak Obama lanzó en 2015 el decreto infausto que declaró a Venezuela una amenaza para Estados Unidos, comienzan las mal llamadas sanciones y nos sentencian como país forajido, perseguido, para justificar el crimen de agresión permanente que hoy persiste sobre nuestro país.
Una vez más el pueblo dio una gran lección, desde todo punto de vista. Solamente para ejemplificar, hubo un peregrinar de 10 días para asistir al sepelio de Chávez. Vinieron los mas humildes, desde todos los rincones del país, por los medios que encontraron e hicieron largas colas en la ciudad capital para darle un último adiós a su Comandante, una muestra de hermandad y solidaridad en momentos difíciles para seguir adelante, como es costumbre en nuestra cultura venezolana.
El tercer momento más difícil es éste que estamos viviendo, desde el año 2013 en adelante. La guerra no declarada pero brutal, híbrida, despiadada que han lanzado sobre Venezuela y que se expresa en diversos escenarios: el económico, bloqueando todo nuestro ingreso, saboteando indiscriminadamente nuestra capacidad de producción, robado nuestros recursos; el terreno de lo político, el desconocimiento de nuestras instituciones democráticas y el forjamiento de otras paralelas que acompasan el despojo económico, la persecución de nuestros líderes, la criminalización de todo el liderazgo de la Revolución. En el aspecto militar, incursiones al territorio, magnicidio frustrado con drones, la penetración paramilitar, las “guarimbas” terroristas; en el aspecto cultural simbólico, la guerra psicológica, operaciones de propaganda de guerra planificadas y concatenadas de manera tal que en esta etapa golpeen los afectos más cercanos, la emocionalidad más íntima porque ataca directamente a la familia y a las comunidad. Forzar un quiebre económico significa atacar el empleo digno, el ingreso familiar que se ve mermado, la pequeña producción que lleva la peor parte de la guerra. Entonces es ver a la hija o al hijo que se va, muchas veces sin rumbo determinado, producto de las dificultades económicas que sí existen, pero sobretodo inducidos por una enorme operación de guerra psicológica integrada en el plan de agresión, destinada a robarnos también a la Juventud formada y educada durante 20 años de revolución, con estudios universitarios, manejo de tecnologia, idiomas. Buscan vaciarnos también del recurso más valioso que tenemos, que es nuestra gente. Buena parte de la población cayó afectada por esta perversión muy bien orquestada, en la cual se invirtió mucho dinero, pero la otra parte, la mayoría, no se rindió. Ha sido difícil, duro, pero también ha sido un momento de gran crecimiento, de explosión creativa, de emprendimiento, de fortaleza, de ejemplo, de dignidad, de valentía y lealtad. Hombro a hombro salimos adelante y como dice el poema de Benedetti: “En la calle codo a codo somos mucho más que dos”.
Como Vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), te has visto directamente afectada por las “sanciones” de Estados Unidos. ¿Puedes explicarnos qué conlleva estas medidas coercitivas unilaterales y por qué golpear a una representante del pueblo como eres tú, significa afectar los derechos fundamentales del pueblo?
En lo personal, esas mal llamadas sanciones no significan nada. La Unión Europea, Suiza y Canadá me incluyeron en una lista de venezolanos y venezolanas que, según dicen, no podemos efectuar transacciones comerciales ni mover cuentas bancarias en esos países. No tengo ninguna cuenta en el extranjero. Dicen que no podemos comprar armas ni ejecutar actividades a nombre del gobierno nacional. No me corresponde, yo soy legisladora, no actúo en funciones de gobierno. Pero sí creo que hay que denunciar la estrategia de censura que ilegalmente aplican al Parlamento venezolano usando como excusa esas medidas coercitivas unilaterales. No solamente somos diputadas y diputados chavistas los “sancionados”, más de una decena de parlamentarios de oposición fueron también “castigados” en 2019 después de la debacle política de Juan Guaidó, cuando perdió la mayoría en la cámara y no logró la reelección como Presidente de la Asamblea Nacional. Quienes asumieron como directiva y presidentes de Comisiones para el años 2020 (todos hombres) fueron amenazados, chantajeados y finalmente les aplicaron sanciones en Estados Unidos y otros países. Algunos de esos diputados fueron reelectos para este nuevo período 2021-2025. Debemos entonces denunciar que estas medidas coercitivas unilaterales cercenan nuestro derecho a elevar internacionalmente la voz del pueblo que nos eligió. En pocas palabras, es una censura directa a la voz de la revolución y de la oposición democrática venezolana, cuya participación en instancias políticas multilaterales se ve fuertemente restringida.
Lo demás es una publicidad y mercadeo simple, vieja norma incluso de propaganda nazi, se trata de ponerle cara, ojos, boca y nariz a la expresión política de la cual quieras denigrar (o al producto que quieras vender, según el caso) atribuyendo así a una persona (o grupo político) todos los males y penurias que puedan afectar a una sociedad. Se encarna en una persona tipo toda la estrategia de segregación, criminalización y odio que se pretende aplicar a un sistema político porque así es más fácil inocularlo a grandes segmentos de la población. Un ejemplo muy claro es aquel episodio triste y bochornoso en el cual el Fiscal General de Estados Unidos,William Barr -quien fue destituido luego por Donald Trump de manera vergonzosa- se paró frente a los medios de comunicación mostrando en una cartelera fotografías de los Jefes de los Poderes Públicos de Venezuela, incluido el Presidente Nicolas Maduro, y le puso precio a sus cabezas ofreciendo 15 millones de dólares como recompensa. Se llega hasta este extremo, de representar una desgastada escena típica del cine western norteamericano, como golpe simbólico al país y sus instituciones.
¿De qué manera afecta al pueblo? De todas las maneras, incluso llegan a convencer a una parte del pueblo venezolano de que se está actuando en su favor y no en su contra, es simplemente una política de ablandamiento, la justificación para desatar crímenes de guerra contra una Nación, es la colonización mental que necesitan para desplegar una estrategia de agresión como la que le están haciendo a Venezuela, para naturalizar esa crueldad, el ensañamiento contra un pueblo ante en instancias políticas de Naciones Unidas y el sistema internacional, aunque viole el derecho internacional, los derechos humanos y las normas mínimas de convivencia.
Uno de los principales frentes de la agresión imperialista son los medios de comunicación. ¿Cómo lo analiza siendo periodista y Jefe o Vicepresidenta de Agitación, Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)?
El tema de la comunicación tiene que verse inserto en el campo de la guerra híbrida, asimétrica y multimodal, como uno de los teatros de operaciones fundamentales de esa guerra, en el mismo nivel y con la misma precisión que el tablero de operaciones militar, político o económico. Es el soporte emocional de los demás escenarios de guerra, es decir, el objetivo es la conquista de nuestras mentes y de nuestros corazones, de nuestro espíritu y de nuestra esperanza. Si no las conquistan no tienen éxito. Nunca se podrá decir que se acabó la Revolución Bolivariana porque siempre estará esa llama encendida en alguno de nosotros y mientras esté encendida, no se terminará la revolución. Chávez trajo a Bolívar del siglo XIX al siglo XXI y, con él, un cúmulo de valores como la igualdad, soberanía, independencia, lo popular, la democracia participativa y protagónica, el poder constituyente y en este momento todas esas ideas y valores están prendidas, ardiendo como fuego sagrado en la conciencia de los venezolanos y las venezolanas.
No creo que debamos circunscribirnos solo al análisis de lo comunicacional mediático. Es un entramado montado sobre la agenda de cultura, comunicación y política interrelacionando estos factores, para conseguir el efecto que define el autor Chileno Pedro Santander Molina en su libro La Batalla Comunicacional, el efecto del Desaliento. Comenta el autor que a partir de la caída la Unión Soviética, se impone en el mundo la supremacía del capitalismo neoliberal y de la democracia liberal burguesa. En ese sentido se despliega toda la industria cultural, que parte de Hollywood, para instituir este modelo político, económico y social como único, sin alternativa posible. En este escenario Venezuela protagoniza la primera rebelión popular contra el neoliberalismo, el 27 de febrero de 1989, e insurge Chávez con la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, conquista el poder por vía electoral en 1998 y activa el proceso constituyente en 1999, momento fundamental de comunicación y creación colectiva que marca la pauta de nuestro proceso emancipador del siglo XXI. Desplazamos el concepto de democracia representativa, donde el pueblo elige representantes para que gobiernen por él, para sustituirlo por el de la democracia participativa y protagónica, que restituye “intransferiblemente” al pueblo el poder de gobernar, de ejercer la soberanía y lo hace dueño de su propio destino. Es esta idea bolivariana la que revoluciona al continente, traída al siglo XXI de la mano de Chávez y de sus inspiradores. Es la historia la que prende y genera los cambios. Por eso a este escenario de confrontación no debemos llamarlo mediático, sino Simbólico Cultural.
Chávez nos sembró de nuevo en nuestros orígenes; trajo la identidad negra, india y la esencia de nuestra historia libertaria que teníamos enterrada bajo estructuras de contracultura capitalista. Esta identidad renovada con poderosos valores autóctonos resulta altamente peligrosa para el hegemón porque cohesiona al pueblo, lo envalentona, le da las herramientas para hacerse dueño de su destino. Por eso se diseña el ataque simbólico, cultural y mediático en el teatro de operaciones de guerra contra Venezuela, específicamente dirigido a desdibujar esos valores, a desvalorizarlos hasta convertirlos en motivo de vergüenza, pretender llevarnos de nuevo a negar nuestra propia historia y origen. Por eso reniegan incluso del alcance colosal del pensamiento del Libertador Simón Bolívar. Cuando tomaron el poder por 48 horas durante el golpe de estado en abril de 2002 le quitaron el calificativo de “Bolivariana” al nombre de la República. Por eso descalifican el concepto de Patria hasta igualarlo a un rollo de papel higiénico, solo para descalificar la ultima palabra y sentencia del Comandante Chávez: “Hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque, hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque, hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada”.
En fin, todo es parte de un entramado cultural político y semiótico que nos quiere llevar de nuevo al camino del coloniaje, de la sumisión, al camino de la no independencia. Volviendo a Santander Molina, una estrategia de desaliento que pasa por desconocer nuestros valores identitarios esenciales y que busca desmovilizar a la fuerza popular transformadora; busca que ya no creamos en lo que somos y sobretodo que nos sintamos incapaces de promover los cambios necesarios para crear una mejor sociedad. Otro concepto Bolivariano, traído también por el Comandante Chávez al siglo XXI: lograr para el pueblo “la mayor suma de felicidad posible”, es lo que se proponen neutralizar a través de esta guerra simbólica cultural.
Ahora, del otro lado estamos nosotras y nosotros, preñados con esta tarea de futuro. Tenemos el deber de estar permanentemente recreándonos, organizándonos, formándonos en el conocimiento de nuestra historia política, sobre la posición que nos corresponde ocupar y defender en el mundo, estudiar los procesos emancipadores de otros pueblos. En constante formación y en la búsqueda de nuevas y novedosas formas de organización y construcción. Venezuela creó un sólido Sistema Nacional de Medios Públicos, una red consistente de Medios Alternativos y Comunitarios, han surgido colectivos de comunicación popular y digital de toda naturaleza, se ha sembrado en cada uno de los espacios de participación popular la necesidad de tener instancias de comunicación propias que divulguen y promuevan la marcha de la revolución. Formar, organizar, crear, movilizar, para irrumpir en ese teatro de operaciones Simbólico. Desplegarnos con nuestra propia estrategia y planificación, nuestra organización, nuestros actores, soldadas y soldados que salgan en defensa de la esperanza y del futuro.
El Psuv tiene una organización de carácter nacional para la tarea comunicacional, con responsables en cada uno de los 24 estados y de los 335 municipios. Ahora estamos avanzando a formar unidades para la batalla comunicacional en cada una de las 280 mil calles donde ya el partido ha consolidado una estructura básica de acción político-social. También creamos hace 4 años las Brigadas Internacionales de Comunicación Solidaria Brics-Psuv que han sido punto de apoyo para emprender acciones fuera de nuestras fronteras. Tu, Geraldina has sido partícipe del 1er Congreso Internacional de la Comunicación, celebrado aquí en Venezuela en diciembre de 2019, y después organizamos el Capítulo Comunicación del Congreso Bicentenario de los Pueblos, recientemente en julio de 2021, con participación de 8.677 mil personas a nivel nacional y voceros de 22 países. Logramos realizar cuatro sesiones internacionales de trabajo y registrar un voluntariado con decenas de miles de compatriotas dispuestas y dispuestos para incorporarse a la batalla.
Por supuesto que no podemos equipararnos al poderío tecnológico, financiero y logístico de nuestros agresores, que finalmente tienen de soporte a toda la industria del entretenimiento y la comunicación capitalista. Y no hablamos en sentido figurado, es común encontrar escenas sobre Venezuela en series de estreno para plataformas como Neflix, episodios donde se vuela con explosivos a Petróleos de Venezuela, “héroes” mercenarios que llegan a liberar el país de la dictadura, propaganda política contra el Estado venezolano sobrepuestas en videojuegos para niños. Se han plantado decenas de sitios web y espacios de comunicación digital, cuantas, bots, laboratorios de guerra sucia, financiadas directamente por Ned y la Usaid. Contraponemos la agresión con organización popular y formación para la comunicación política. Los colectivos voluntarios se hacen llamar sabiamente Guerrilla Comunicacional.
De la fructífera interacción generada en los Congresos Internacionales de la Comunicación surgió la propuesta de crear la Universidad Internacional de las Comunicaciones, proyecto que tiene ya fundado por decreto presidencial su capítulo en Venezuela y que se estrenó en 2020, en medio de la pandemia, con la realización de 33 seminarios web y 31.600 participantes registrados provenientes de 50 países en interacción digital. Están integrados en esta primera fase de creación la Universidad de Lanus en Argentina, a través del Centro de Investigación Mac Bride, que dirige el filosofo Fernando Buen Abad, promotor e impulsor de la Universidad; y los Consejos de Universidades de Cuba y Nicaragua, además de 5 universidades venezolanas. Para el 2022 esperamos iniciar plan académico formal con el fin de constituirnos en una “Comunidad orgánica de encuentro, acción y referencia en cuanto al pensamiento investigación, producción y divulgación de saberes y contenidos comunicacionales”, como lo dice su declaración de principios, en un espacio de encuentro que contribuya al pensamiento decolonial y apoye las luchas emancipadoras de nuestros pueblos.
En medio de una batalla permanente y desigual, estas formas de organización nos permiten asomarnos con un rostro propio y auto reconocernos en la preservación de la esencia ideológica, cultural, identitaria que han pretendido borrarnos durante siglos. Desde la propuesta que hemos levantado en defensa propia, de la cual tu participas, Geraldina, nosotros avanzamos en la definición, autoafirmación, búsqueda y crecimiento de ese ser social, ese ser colectivo que nos da la fuerza en Revolución.
¿En qué momento está la Revolución Bolivariana después de años de agresión y golpes bajos a las conquistas populares?
Bueno, yo diría que estamos en un momento de reafirmación. Al comienzo de la entrevista recordábamos los momentos más difíciles que nos ha tocado vivir en 20 años de Revolución Bolivariana y describimos esta última etapa como la más dura, desde el punto de vista de lo que le ha tocado vivir al pueblo por cuanto es más prolongada y violenta que las anteriores. Te decía que la guerra, el ataque nos llegó directamente a la calle, al mercado, a la sala de nuestra casa de una manera brutal. Nos tocó lo más intimo y lo más sentido. Si tuviéramos que resumir la estrategia en una palabra, esta sería: Asedio.
Por eso nos toca un momento de autoafirmación, de echar las penas al hombro para volver a comenzar muchas veces, pero sin ceder ni un centímetro en nuestro propósito de construir una nueva sociedad sobre la base del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI. En este aspecto el Presidente Maduro ha jugado un papel determinante porque ha dirigido de manera empecinada y eficiente una política que tiene base en la convivencia, en la unidad de la República, en la paz, en preservar los principios de la Revolución. Desde mi punto de vista, ha jugado un papel admirable. Ha sido a la vez benefactor y exigente con el pueblo. Solicita revisión a sus equipos de trabajo, les demanda innovación, búsqueda, avance. Nos ha tocado a todos, desde los funcionarios del gobierno hasta el Jefe o Jefa de la UBCH (Unidades de Batallas Hugo Chávez), nos ha tocado reinventarnos y “echar pa´lante”.
Concebimos los CLAP (Comité Locales de Abastecimiento y Producción) para contrarrestar el boicot de la agroindustria a la distribución de alimentos (una de las primeras manifestaciones de la guerra económica, 2016) y las Brigadas Populares de Prevención contra el COVID-19, por ejemplo, en 2020. Hemos redactado nueva legislación, hemos parido nuevas formas de organización y formas de administración financiera propias para paliar el ataque a la moneda. Nuestros ingenieros han creado maquinarias y desarrollado tecnologia autóctona para superar los efectos del bloqueo económico, han surgido emprendimientos de todo tipo para formar una nueva red de intercambio comercial y productivo popular.
La nueva Asamblea aprobó la Ley de Ciudades Comunales y ahora estamos en consulta pública – en todo el país- de la ley de Parlamentos Comunales, para avanzar en la nueva estructura de estado comunal que iniciamos con Chávez y que ya tiene presencia en el país en la forma de más de 3 mil Comunas constituidas y 47 mil consejos comunales registrados. Hemos inventado formas de financiamiento, formas de rescatar la producción petrolera; nuestros obreros, Ingenieros y Jefes, Gerentes y Ministros, todos en una acción han tenido que crear maquinarias de la chatarra, han tenido que crear nuevas formas de producción para salir adelante y aquí estamos de pie.
Es un momento de reafirmación porque la agenda de desaliento, de la guerra y la violencia quedó al desnudo con todas sus miserias, derrotada por la acción colectiva. La mayoría de los venezolanos y venezolanas tomó conciencia de que la minoría política encarnada por Juan Guaidó y su banda los engañó y los traicionó. Que se articularon con intereses extranjeros para agredirnos a todos todas, que actuaron por sus propios intereses y no por lo del colectivo, que vendieron a su propio país y le causaron un grave daño a la Patria. Que nunca llegaron a la Asamblea Nacional para legislar y para hacer el bien, si no para trabajar en función de esa agenda de guerra. Una vez más logramos encauzarlos por el camino electoral, pero a costa de mucho dolor y sacrificio. No les queda alternativa. Por eso están nuevamente reunidos en la Mesa de Diálogo en México y han manifestado -por ahora- que irán a la contienda electoral, aún a sabiendas de que son hoy por hoy organizaciones políticas muy debilitadas, desmoralizadas por no decir inmoralizadas, pasaron de ser minoría a ser una ínfima minoría gracias a sus crímenes y desaciertos.
Este año vamos a la elección número 28, para escoger responsables de gobernaciones, alcaldías y cuerpos legislativos de ambas instancias, los cargos que son más cercanos a la vida cotidiana de las personas. Desde el chavismo apostamos también por una auto revisión, por un cambio que implicó una decisión audaz y acertada del Presidente Maduro y de la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que fue plantearse unas elecciones primarias en un momento tan convulso. Las hicimos en dos fases, una primera el 27 de junio para postular precandidatos, en mas de 14300 asambleas de base Psuv simultáneas, y otra el 08 de agosto para escoger candidatos y candidatas con participación de todo el Registro Electoral y sobre la plataforma tecnológica del CNE. Votaron 3 millones y medio de personas. Un triunfo político para el Psuv y un golpe noble y democrático para el oposicionismo radical violento.
El resultado fue además una renovación de todo el liderazgo: 45% de candidatos y candidatas son jóvenes, con una paridad casi casi que de 50% entre hombres y mujeres; son nuevos las y los candidatos al 92% de las Alcaldías y al 43% de las Gobernaciones. Estas megaelecciones que se llevaran a cabo el 21 de noviembre deberían sellar el fin de esta fase de ataque cruento a las instituciones democráticas de Venezuela. Es el deber ser y estamos haciendo todo el esfuerzo para ello. Y la Revolución va muy bien preparada a este escenario tras un proceso de revisión, de rectificación y de reafirmación. La agresión ha generado distorsiones y manchas en todos los terrenos, también nos ha afectado dentro de las filas revolcuionarias. Ahora, una vez que ha pasado la tormenta, o buena parte de ella, estamos obligados a “limpiar la casa”, “aclarar las aguas” y dar este nuevo comienzo que ha dicho nuestro Presidente: “tiene que ir hacia la recuperación del bienestar social que alcanzamos durante 20 años de revolución y que hasta el año 2017, no tenía ningún otro país de la región. El modelo social que sufrió un disparo directo en el pecho una vez que el Comandante Chávez partió físicamente. Por eso es el período que sella la estabilidad política para ir hacia la recuperación económica.
Esa es la etapa en la que está la Revolución Bolivariana y tenemos toda la esperanza de que va a salir bien porque ¡nos lo merecemos, Geraldina!, lo hemos trabajado día a día, hora a hora, minuto a minuto, hemos dado la batalla y la hemos ganado como dicen en lenguaje deportivo “honrosamente y dignamente”, cumpliendo las reglas del juego y sin agredir a nadie, a punta de trabajo y de creación colectiva. Nos lo merecemos.
“Contra Venezuela, un entramado cultural, político y semiótico que nos quiere llevar de nuevo al coloniaje”. Entrevista exclusiva a la diputada Tania Diaz
Tania Díaz, reconocida periodista y dirigente política de la revolución bolivariana, ha ocupado diversos cargos tanto durante los gobiernos de Hugo Chávez como en los de Nicolás Maduro. Actualmente, es vicepresidenta de Agitación Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), diputada a la Asamblea Nacional y continúa conduciendo el popular programa de radio Dando y Dando.
Has estado en la primera línea contra las múltiples agresiones imperialistas a la Revolución Bolivariana. ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles?
Los 20 años de Revolución Bolivariana han sido de agresión continua, es decir una estrategia de guerra permanente, primero contra el Comandante Chávez y ahora contra el Presidente Nicolás Maduro, ya que ellos encarnan y liderizan el proceso de cambios profundos que vive Venezuela. Una revolución que se ha dado el pueblo venezolano a sí mismo, como protagonista, y que implica una confrontación de modelos, un cambio que invirtió las reglas de la política nacional en el año 1998, por la vía electoral, y que continúa por vía democrática a contracorriente de los grandes capitales transnacionales y de las oligarquías locales que les son serviles. Por eso siempre la agresión ha sido contínua y despiadada, con momentos picos muy difíciles como lo vivido a finales del año 2001, abril del año 2002 y comienzos del año 2003. Fueron años de profunda turbulencia contra el Comandante Chávez por haber tomado gobierno en áreas neurálgicas de la economía nacional, como son la tierra y el petróleo, al aprobarse la Ley de Tierra y la Ley de Hidrocarburos cuando apenas iniciaba su mandato. Al sancionarse estas leyes, la oligarquía y sus mangantes del Norte decidieron actuar contra Chávez porque no estaban dispuestos a dejarse arrebatar esa riqueza que significaba, para ellos, su garantía de supervivencia hegemónica, y para nosotros los revolucionarios un paso gigante hacia la emancipación y soberanía. Fueron momentos difíciles.
También fue una agresión en el espacio político y comunicacional. Nos tocó resistir en los dos únicos medios oficiales que existían para el momento: Venezolana de Televisión y Radio Nacional de Venezuela y, sinceramente, desde la experiencia como comunicadora y periodista lo más difícil fue ver desatar ese río de odio a través de los medios disponibles para la época, mirar como esa estrategia de propaganda de guerra lograba inocularse en sectores de la población que nos desconocían como sus hermanos, que estaban dispuestos a atacar violentamente con todas las fuerzas a otros venezolanos y venezolanas, que se desconocían a sí mismos como venezolanos y venezolanas, sentir cómo se perseguía una parte de la población. Ver ese despliegue impune de odio y violencia por las distintas vías de comunicación y también por las calles del país fue para nosotros sorprendente. Fue la primera vez que lo vimos de una manera tan descarada y abierta, como resultado de una estrategia de propaganda de guerra contra el país que se sumaba a un golpe económico – paralizaron y sabotearon Petróleos de Venezuela – y a una insurrección prolongada e ilegal contra la institucionalidad del país.
Sin duda, nosotros en este momento vivimos el preludio de una guerra. Todo el escenario se montó para desatar una guerra fraticida, una guerra civil que cumpliera los objetivos de las grandes potencias interesadas en robarse la riqueza venezolana, que era dar al traste con la revolución bolivariana, revertir el desplazamiento del poder de sectores oligárquicos entreguistas y someter a la población venezolana, anular la esperanza de millones quienes, de la mano del Comandante Chávez, habíamos reconquistado el derecho a la ciudadanía, la dignidad, el orgullo nacional, la creencia firme y el accionar además -con el proceso constituyente- de que somos dueños de nuestro destino y que podemos decidir el futuro de nuestro país, nuestra comunidad y nuestra familia. Ésto es lo que más dolor causaba en este momento, momento muy duro, sin duda de la Revolución, pero también muy hermoso porque vimos el resultado de toda la acción de creación colectiva que habíamos edificado junto a Chávez. Allí, como ya es historia y todo el mundo lo conoce, el pueblo venezolano dio una enorme lección política: se armó el pueblo de Constitución y salió con la Ley en la mano, sin violencia, por la vía democrática electoral, a restituir el hilo constitucional.
El otro momento muy difícil, el más difícil de todos y sin duda el más triste, fue la pérdida física del Comandante Chávez. Nunca nos pasó por la mente que el Comandante Chávez pudiera irse de este terreno, que era un ser humano y que tenía una vida corporal finita. Su enfermedad fue un período de profunda reflexión. El mismo lideró el proceso de introspección y revisión política que nos tocaba vivir como sociedad para preparar el momento en el que ya no estuviera al frente y no pudiera orientarnos personalmente en cada paso, como nos acostumbramos durante casi dos décadas. A través de la literatura, por ejemplo, el Comandante Chávez nos habló de la teoría del Eterno Retorno, de Nietzsche, nos hizo leer la Biblia, nos metimos en un proceso de reencuentro con la esencia misma de la Revolución y de preparación para un momento que nunca preparamos, que jamás quisimos vivir.
Cuando el Comandante Chávez partió, él lo sabía y nosotros tal vez no lo habíamos asumido con certeza, ese fue el punto de inflexión, el banderazo de partida para que el imperio norteamericano y todo el entramado del capital hegemónico mundial se ensañara contra Venezuela. Muchas y muchos de nosotros pensamos que la muerte del Comandante fue inducida, lo creemos porque – como bien lo expresó la consigna de su última campaña – Chávez era y es todavía hoy el Corazón del pueblo llano de Venezuela, del hombre y la mujer de pie, obrero, campesino, trabajador. Por eso creyeron que al arrebatárnoslo se acabaría también nuestra fortaleza política y Barak Obama lanzó en 2015 el decreto infausto que declaró a Venezuela una amenaza para Estados Unidos, comienzan las mal llamadas sanciones y nos sentencian como país forajido, perseguido, para justificar el crimen de agresión permanente que hoy persiste sobre nuestro país.
Una vez más el pueblo dio una gran lección, desde todo punto de vista. Solamente para ejemplificar, hubo un peregrinar de 10 días para asistir al sepelio de Chávez. Vinieron los mas humildes, desde todos los rincones del país, por los medios que encontraron e hicieron largas colas en la ciudad capital para darle un último adiós a su Comandante, una muestra de hermandad y solidaridad en momentos difíciles para seguir adelante, como es costumbre en nuestra cultura venezolana.
El tercer momento más difícil es éste que estamos viviendo, desde el año 2013 en adelante. La guerra no declarada pero brutal, híbrida, despiadada que han lanzado sobre Venezuela y que se expresa en diversos escenarios: el económico, bloqueando todo nuestro ingreso, saboteando indiscriminadamente nuestra capacidad de producción, robado nuestros recursos; el terreno de lo político, el desconocimiento de nuestras instituciones democráticas y el forjamiento de otras paralelas que acompasan el despojo económico, la persecución de nuestros líderes, la criminalización de todo el liderazgo de la Revolución. En el aspecto militar, incursiones al territorio, magnicidio frustrado con drones, la penetración paramilitar, las “guarimbas” terroristas; en el aspecto cultural simbólico, la guerra psicológica, operaciones de propaganda de guerra planificadas y concatenadas de manera tal que en esta etapa golpeen los afectos más cercanos, la emocionalidad más íntima porque ataca directamente a la familia y a las comunidad. Forzar un quiebre económico significa atacar el empleo digno, el ingreso familiar que se ve mermado, la pequeña producción que lleva la peor parte de la guerra. Entonces es ver a la hija o al hijo que se va, muchas veces sin rumbo determinado, producto de las dificultades económicas que sí existen, pero sobretodo inducidos por una enorme operación de guerra psicológica integrada en el plan de agresión, destinada a robarnos también a la Juventud formada y educada durante 20 años de revolución, con estudios universitarios, manejo de tecnologia, idiomas. Buscan vaciarnos también del recurso más valioso que tenemos, que es nuestra gente. Buena parte de la población cayó afectada por esta perversión muy bien orquestada, en la cual se invirtió mucho dinero, pero la otra parte, la mayoría, no se rindió. Ha sido difícil, duro, pero también ha sido un momento de gran crecimiento, de explosión creativa, de emprendimiento, de fortaleza, de ejemplo, de dignidad, de valentía y lealtad. Hombro a hombro salimos adelante y como dice el poema de Benedetti: “En la calle codo a codo somos mucho más que dos”.
Como Vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), te has visto directamente afectada por las “sanciones” de Estados Unidos. ¿Puedes explicarnos qué conlleva estas medidas coercitivas unilaterales y por qué golpear a una representante del pueblo como eres tú, significa afectar los derechos fundamentales del pueblo?
En lo personal, esas mal llamadas sanciones no significan nada. La Unión Europea, Suiza y Canadá me incluyeron en una lista de venezolanos y venezolanas que, según dicen, no podemos efectuar transacciones comerciales ni mover cuentas bancarias en esos países. No tengo ninguna cuenta en el extranjero. Dicen que no podemos comprar armas ni ejecutar actividades a nombre del gobierno nacional. No me corresponde, yo soy legisladora, no actúo en funciones de gobierno. Pero sí creo que hay que denunciar la estrategia de censura que ilegalmente aplican al Parlamento venezolano usando como excusa esas medidas coercitivas unilaterales. No solamente somos diputadas y diputados chavistas los “sancionados”, más de una decena de parlamentarios de oposición fueron también “castigados” en 2019 después de la debacle política de Juan Guaidó, cuando perdió la mayoría en la cámara y no logró la reelección como Presidente de la Asamblea Nacional. Quienes asumieron como directiva y presidentes de Comisiones para el años 2020 (todos hombres) fueron amenazados, chantajeados y finalmente les aplicaron sanciones en Estados Unidos y otros países. Algunos de esos diputados fueron reelectos para este nuevo período 2021-2025. Debemos entonces denunciar que estas medidas coercitivas unilaterales cercenan nuestro derecho a elevar internacionalmente la voz del pueblo que nos eligió. En pocas palabras, es una censura directa a la voz de la revolución y de la oposición democrática venezolana, cuya participación en instancias políticas multilaterales se ve fuertemente restringida.
Lo demás es una publicidad y mercadeo simple, vieja norma incluso de propaganda nazi, se trata de ponerle cara, ojos, boca y nariz a la expresión política de la cual quieras denigrar (o al producto que quieras vender, según el caso) atribuyendo así a una persona (o grupo político) todos los males y penurias que puedan afectar a una sociedad. Se encarna en una persona tipo toda la estrategia de segregación, criminalización y odio que se pretende aplicar a un sistema político porque así es más fácil inocularlo a grandes segmentos de la población. Un ejemplo muy claro es aquel episodio triste y bochornoso en el cual el Fiscal General de Estados Unidos,William Barr -quien fue destituido luego por Donald Trump de manera vergonzosa- se paró frente a los medios de comunicación mostrando en una cartelera fotografías de los Jefes de los Poderes Públicos de Venezuela, incluido el Presidente Nicolas Maduro, y le puso precio a sus cabezas ofreciendo 15 millones de dólares como recompensa. Se llega hasta este extremo, de representar una desgastada escena típica del cine western norteamericano, como golpe simbólico al país y sus instituciones.
¿De qué manera afecta al pueblo? De todas las maneras, incluso llegan a convencer a una parte del pueblo venezolano de que se está actuando en su favor y no en su contra, es simplemente una política de ablandamiento, la justificación para desatar crímenes de guerra contra una Nación, es la colonización mental que necesitan para desplegar una estrategia de agresión como la que le están haciendo a Venezuela, para naturalizar esa crueldad, el ensañamiento contra un pueblo ante en instancias políticas de Naciones Unidas y el sistema internacional, aunque viole el derecho internacional, los derechos humanos y las normas mínimas de convivencia.
Uno de los principales frentes de la agresión imperialista son los medios de comunicación. ¿Cómo lo analiza siendo periodista y Jefe o Vicepresidenta de Agitación, Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)?
El tema de la comunicación tiene que verse inserto en el campo de la guerra híbrida, asimétrica y multimodal, como uno de los teatros de operaciones fundamentales de esa guerra, en el mismo nivel y con la misma precisión que el tablero de operaciones militar, político o económico. Es el soporte emocional de los demás escenarios de guerra, es decir, el objetivo es la conquista de nuestras mentes y de nuestros corazones, de nuestro espíritu y de nuestra esperanza. Si no las conquistan no tienen éxito. Nunca se podrá decir que se acabó la Revolución Bolivariana porque siempre estará esa llama encendida en alguno de nosotros y mientras esté encendida, no se terminará la revolución. Chávez trajo a Bolívar del siglo XIX al siglo XXI y, con él, un cúmulo de valores como la igualdad, soberanía, independencia, lo popular, la democracia participativa y protagónica, el poder constituyente y en este momento todas esas ideas y valores están prendidas, ardiendo como fuego sagrado en la conciencia de los venezolanos y las venezolanas.
No creo que debamos circunscribirnos solo al análisis de lo comunicacional mediático. Es un entramado montado sobre la agenda de cultura, comunicación y política interrelacionando estos factores, para conseguir el efecto que define el autor Chileno Pedro Santander Molina en su libro La Batalla Comunicacional, el efecto del Desaliento. Comenta el autor que a partir de la caída la Unión Soviética, se impone en el mundo la supremacía del capitalismo neoliberal y de la democracia liberal burguesa. En ese sentido se despliega toda la industria cultural, que parte de Hollywood, para instituir este modelo político, económico y social como único, sin alternativa posible. En este escenario Venezuela protagoniza la primera rebelión popular contra el neoliberalismo, el 27 de febrero de 1989, e insurge Chávez con la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, conquista el poder por vía electoral en 1998 y activa el proceso constituyente en 1999, momento fundamental de comunicación y creación colectiva que marca la pauta de nuestro proceso emancipador del siglo XXI. Desplazamos el concepto de democracia representativa, donde el pueblo elige representantes para que gobiernen por él, para sustituirlo por el de la democracia participativa y protagónica, que restituye “intransferiblemente” al pueblo el poder de gobernar, de ejercer la soberanía y lo hace dueño de su propio destino. Es esta idea bolivariana la que revoluciona al continente, traída al siglo XXI de la mano de Chávez y de sus inspiradores. Es la historia la que prende y genera los cambios. Por eso a este escenario de confrontación no debemos llamarlo mediático, sino Simbólico Cultural.
Chávez nos sembró de nuevo en nuestros orígenes; trajo la identidad negra, india y la esencia de nuestra historia libertaria que teníamos enterrada bajo estructuras de contracultura capitalista. Esta identidad renovada con poderosos valores autóctonos resulta altamente peligrosa para el hegemón porque cohesiona al pueblo, lo envalentona, le da las herramientas para hacerse dueño de su destino. Por eso se diseña el ataque simbólico, cultural y mediático en el teatro de operaciones de guerra contra Venezuela, específicamente dirigido a desdibujar esos valores, a desvalorizarlos hasta convertirlos en motivo de vergüenza, pretender llevarnos de nuevo a negar nuestra propia historia y origen. Por eso reniegan incluso del alcance colosal del pensamiento del Libertador Simón Bolívar. Cuando tomaron el poder por 48 horas durante el golpe de estado en abril de 2002 le quitaron el calificativo de “Bolivariana” al nombre de la República. Por eso descalifican el concepto de Patria hasta igualarlo a un rollo de papel higiénico, solo para descalificar la ultima palabra y sentencia del Comandante Chávez: “Hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque, hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque, hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada”.
En fin, todo es parte de un entramado cultural político y semiótico que nos quiere llevar de nuevo al camino del coloniaje, de la sumisión, al camino de la no independencia. Volviendo a Santander Molina, una estrategia de desaliento que pasa por desconocer nuestros valores identitarios esenciales y que busca desmovilizar a la fuerza popular transformadora; busca que ya no creamos en lo que somos y sobretodo que nos sintamos incapaces de promover los cambios necesarios para crear una mejor sociedad. Otro concepto Bolivariano, traído también por el Comandante Chávez al siglo XXI: lograr para el pueblo “la mayor suma de felicidad posible”, es lo que se proponen neutralizar a través de esta guerra simbólica cultural.
Ahora, del otro lado estamos nosotras y nosotros, preñados con esta tarea de futuro. Tenemos el deber de estar permanentemente recreándonos, organizándonos, formándonos en el conocimiento de nuestra historia política, sobre la posición que nos corresponde ocupar y defender en el mundo, estudiar los procesos emancipadores de otros pueblos. En constante formación y en la búsqueda de nuevas y novedosas formas de organización y construcción. Venezuela creó un sólido Sistema Nacional de Medios Públicos, una red consistente de Medios Alternativos y Comunitarios, han surgido colectivos de comunicación popular y digital de toda naturaleza, se ha sembrado en cada uno de los espacios de participación popular la necesidad de tener instancias de comunicación propias que divulguen y promuevan la marcha de la revolución. Formar, organizar, crear, movilizar, para irrumpir en ese teatro de operaciones Simbólico. Desplegarnos con nuestra propia estrategia y planificación, nuestra organización, nuestros actores, soldadas y soldados que salgan en defensa de la esperanza y del futuro.
El Psuv tiene una organización de carácter nacional para la tarea comunicacional, con responsables en cada uno de los 24 estados y de los 335 municipios. Ahora estamos avanzando a formar unidades para la batalla comunicacional en cada una de las 280 mil calles donde ya el partido ha consolidado una estructura básica de acción político-social. También creamos hace 4 años las Brigadas Internacionales de Comunicación Solidaria Brics-Psuv que han sido punto de apoyo para emprender acciones fuera de nuestras fronteras. Tu, Geraldina has sido partícipe del 1er Congreso Internacional de la Comunicación, celebrado aquí en Venezuela en diciembre de 2019, y después organizamos el Capítulo Comunicación del Congreso Bicentenario de los Pueblos, recientemente en julio de 2021, con participación de 8.677 mil personas a nivel nacional y voceros de 22 países. Logramos realizar cuatro sesiones internacionales de trabajo y registrar un voluntariado con decenas de miles de compatriotas dispuestas y dispuestos para incorporarse a la batalla.
Por supuesto que no podemos equipararnos al poderío tecnológico, financiero y logístico de nuestros agresores, que finalmente tienen de soporte a toda la industria del entretenimiento y la comunicación capitalista. Y no hablamos en sentido figurado, es común encontrar escenas sobre Venezuela en series de estreno para plataformas como Neflix, episodios donde se vuela con explosivos a Petróleos de Venezuela, “héroes” mercenarios que llegan a liberar el país de la dictadura, propaganda política contra el Estado venezolano sobrepuestas en videojuegos para niños. Se han plantado decenas de sitios web y espacios de comunicación digital, cuantas, bots, laboratorios de guerra sucia, financiadas directamente por Ned y la Usaid. Contraponemos la agresión con organización popular y formación para la comunicación política. Los colectivos voluntarios se hacen llamar sabiamente Guerrilla Comunicacional.
De la fructífera interacción generada en los Congresos Internacionales de la Comunicación surgió la propuesta de crear la Universidad Internacional de las Comunicaciones, proyecto que tiene ya fundado por decreto presidencial su capítulo en Venezuela y que se estrenó en 2020, en medio de la pandemia, con la realización de 33 seminarios web y 31.600 participantes registrados provenientes de 50 países en interacción digital. Están integrados en esta primera fase de creación la Universidad de Lanus en Argentina, a través del Centro de Investigación Mac Bride, que dirige el filosofo Fernando Buen Abad, promotor e impulsor de la Universidad; y los Consejos de Universidades de Cuba y Nicaragua, además de 5 universidades venezolanas. Para el 2022 esperamos iniciar plan académico formal con el fin de constituirnos en una “Comunidad orgánica de encuentro, acción y referencia en cuanto al pensamiento investigación, producción y divulgación de saberes y contenidos comunicacionales”, como lo dice su declaración de principios, en un espacio de encuentro que contribuya al pensamiento decolonial y apoye las luchas emancipadoras de nuestros pueblos.
En medio de una batalla permanente y desigual, estas formas de organización nos permiten asomarnos con un rostro propio y auto reconocernos en la preservación de la esencia ideológica, cultural, identitaria que han pretendido borrarnos durante siglos. Desde la propuesta que hemos levantado en defensa propia, de la cual tu participas, Geraldina, nosotros avanzamos en la definición, autoafirmación, búsqueda y crecimiento de ese ser social, ese ser colectivo que nos da la fuerza en Revolución.
¿En qué momento está la Revolución Bolivariana después de años de agresión y golpes bajos a las conquistas populares?
Bueno, yo diría que estamos en un momento de reafirmación. Al comienzo de la entrevista recordábamos los momentos más difíciles que nos ha tocado vivir en 20 años de Revolución Bolivariana y describimos esta última etapa como la más dura, desde el punto de vista de lo que le ha tocado vivir al pueblo por cuanto es más prolongada y violenta que las anteriores. Te decía que la guerra, el ataque nos llegó directamente a la calle, al mercado, a la sala de nuestra casa de una manera brutal. Nos tocó lo más intimo y lo más sentido. Si tuviéramos que resumir la estrategia en una palabra, esta sería: Asedio.
Por eso nos toca un momento de autoafirmación, de echar las penas al hombro para volver a comenzar muchas veces, pero sin ceder ni un centímetro en nuestro propósito de construir una nueva sociedad sobre la base del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI. En este aspecto el Presidente Maduro ha jugado un papel determinante porque ha dirigido de manera empecinada y eficiente una política que tiene base en la convivencia, en la unidad de la República, en la paz, en preservar los principios de la Revolución. Desde mi punto de vista, ha jugado un papel admirable. Ha sido a la vez benefactor y exigente con el pueblo. Solicita revisión a sus equipos de trabajo, les demanda innovación, búsqueda, avance. Nos ha tocado a todos, desde los funcionarios del gobierno hasta el Jefe o Jefa de la UBCH (Unidades de Batallas Hugo Chávez), nos ha tocado reinventarnos y “echar pa´lante”.
Concebimos los CLAP (Comité Locales de Abastecimiento y Producción) para contrarrestar el boicot de la agroindustria a la distribución de alimentos (una de las primeras manifestaciones de la guerra económica, 2016) y las Brigadas Populares de Prevención contra el COVID-19, por ejemplo, en 2020. Hemos redactado nueva legislación, hemos parido nuevas formas de organización y formas de administración financiera propias para paliar el ataque a la moneda. Nuestros ingenieros han creado maquinarias y desarrollado tecnologia autóctona para superar los efectos del bloqueo económico, han surgido emprendimientos de todo tipo para formar una nueva red de intercambio comercial y productivo popular.
La nueva Asamblea aprobó la Ley de Ciudades Comunales y ahora estamos en consulta pública – en todo el país- de la ley de Parlamentos Comunales, para avanzar en la nueva estructura de estado comunal que iniciamos con Chávez y que ya tiene presencia en el país en la forma de más de 3 mil Comunas constituidas y 47 mil consejos comunales registrados. Hemos inventado formas de financiamiento, formas de rescatar la producción petrolera; nuestros obreros, Ingenieros y Jefes, Gerentes y Ministros, todos en una acción han tenido que crear maquinarias de la chatarra, han tenido que crear nuevas formas de producción para salir adelante y aquí estamos de pie.
Es un momento de reafirmación porque la agenda de desaliento, de la guerra y la violencia quedó al desnudo con todas sus miserias, derrotada por la acción colectiva. La mayoría de los venezolanos y venezolanas tomó conciencia de que la minoría política encarnada por Juan Guaidó y su banda los engañó y los traicionó. Que se articularon con intereses extranjeros para agredirnos a todos todas, que actuaron por sus propios intereses y no por lo del colectivo, que vendieron a su propio país y le causaron un grave daño a la Patria. Que nunca llegaron a la Asamblea Nacional para legislar y para hacer el bien, si no para trabajar en función de esa agenda de guerra. Una vez más logramos encauzarlos por el camino electoral, pero a costa de mucho dolor y sacrificio. No les queda alternativa. Por eso están nuevamente reunidos en la Mesa de Diálogo en México y han manifestado -por ahora- que irán a la contienda electoral, aún a sabiendas de que son hoy por hoy organizaciones políticas muy debilitadas, desmoralizadas por no decir inmoralizadas, pasaron de ser minoría a ser una ínfima minoría gracias a sus crímenes y desaciertos.
Este año vamos a la elección número 28, para escoger responsables de gobernaciones, alcaldías y cuerpos legislativos de ambas instancias, los cargos que son más cercanos a la vida cotidiana de las personas. Desde el chavismo apostamos también por una auto revisión, por un cambio que implicó una decisión audaz y acertada del Presidente Maduro y de la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que fue plantearse unas elecciones primarias en un momento tan convulso. Las hicimos en dos fases, una primera el 27 de junio para postular precandidatos, en mas de 14300 asambleas de base Psuv simultáneas, y otra el 08 de agosto para escoger candidatos y candidatas con participación de todo el Registro Electoral y sobre la plataforma tecnológica del CNE. Votaron 3 millones y medio de personas. Un triunfo político para el Psuv y un golpe noble y democrático para el oposicionismo radical violento.
El resultado fue además una renovación de todo el liderazgo: 45% de candidatos y candidatas son jóvenes, con una paridad casi casi que de 50% entre hombres y mujeres; son nuevos las y los candidatos al 92% de las Alcaldías y al 43% de las Gobernaciones. Estas megaelecciones que se llevaran a cabo el 21 de noviembre deberían sellar el fin de esta fase de ataque cruento a las instituciones democráticas de Venezuela. Es el deber ser y estamos haciendo todo el esfuerzo para ello. Y la Revolución va muy bien preparada a este escenario tras un proceso de revisión, de rectificación y de reafirmación. La agresión ha generado distorsiones y manchas en todos los terrenos, también nos ha afectado dentro de las filas revolcuionarias. Ahora, una vez que ha pasado la tormenta, o buena parte de ella, estamos obligados a “limpiar la casa”, “aclarar las aguas” y dar este nuevo comienzo que ha dicho nuestro Presidente: “tiene que ir hacia la recuperación del bienestar social que alcanzamos durante 20 años de revolución y que hasta el año 2017, no tenía ningún otro país de la región. El modelo social que sufrió un disparo directo en el pecho una vez que el Comandante Chávez partió físicamente. Por eso es el período que sella la estabilidad política para ir hacia la recuperación económica.
Esa es la etapa en la que está la Revolución Bolivariana y tenemos toda la esperanza de que va a salir bien porque ¡nos lo merecemos, Geraldina!, lo hemos trabajado día a día, hora a hora, minuto a minuto, hemos dado la batalla y la hemos ganado como dicen en lenguaje deportivo “honrosamente y dignamente”, cumpliendo las reglas del juego y sin agredir a nadie, a punta de trabajo y de creación colectiva. Nos lo merecemos.
Venezuela. Mentiras y “sanciones” para hacer “chillar” la economía
Por Geraldina Colotti
Por Geraldina Colotti
El 11 de septiembre de 1973, el golpe contra Salvador Allende en Chile allanó el camino para la devastadora política económica de los “Chicago Boys”. Los mecanismos por los que Washington decidió «hacer chillar a la economía chilena» – ataque a la moneda, bloqueo financiero, inflación inducida – son los mismos que le impuso a la Venezuela bolivariana mediante las «sanciones», multiplicados por la extensión global del capitalismo. No en vano, como está sucediendo ahora en el Ecuador del banquero Guillermo Lasso, después del golpe chileno, el Fmi ayudó al gobierno de Pinochet con enormes préstamos, mientras le negaba cualquier ayuda financiera al presidente Allende.
Medidas coercitivas unilaterales ilegales, que parecen aún más criminales en tiempos de pandemia, y que el gobierno bolivariano intenta apaciguar obligando a la oposición golpista, que las ha exigido en voz alta, a accionar con sus titiriteros para que las levanten. Y mientras el narcogobierno colombiano de Iván Duque busca sabotear el proceso de diálogo en México, los halcones de Washington responden con nuevos chantages.
El encargado de Negocios de la Oficina Externa de Estados Unidos para Venezuela, James Story, aseguró que EE.UU. está “trabajando en nuevas sanciones con Canadá y la Unión Europea en caso de que no haya resultado en las negociaciones” en México.
El prófugo de la justicia venezolana Julio Borges anunció el nuevo plan de su compinches “guaidosistas” para quedarse con los activos que son propiedad del Estado venezolano. Borges tuvo la idea luego de que el Gobierno Duque se robó descaradamente a la compañía petroquímica Monómeros Colombo Venezolanos S.A, filial de Pequiven, debido a que la empresa muestra números rojos desde que Guaidó se adueñó de ella en mayo de 2019. La idea de Borges es que los activos en el exterior sean administrados por el Banco Mundial o el BID para beneficio de la República”, definidos “Protectores independientes”.
Jorge Rodriguez, presidente del parlamento y representante del Gobierno venezolano ante la mesa del diálogo con la oposición, respondió con un twitter: “En primer lugar, señor Jimmy, cálmese – escribió -. Lo noto ofuscado. En segundo lugar, es de una estupidez palmaria pensar ni remotamente que a estas alturas atenderemos sus presiones y espumarajos. En tercer lugar, mientras con más sanciones amenacen a Venezuela nuestra respuesta será la misma”, ya que, agregó, “este diálogo es entre venezolanos y venezolanas”.
El presidente Maduro ha por su parte advertido que Estados Unidos, su aliado el gobierno colombiano, y los sectores de oposición, liderados por Juan Guaidó, tratan de reventar los diálogos intervenezolanos.
Entretanto, en el marco de la sesión 48° del Consejo de Derechos Humanos que empezó el 13 de septiembre, organizaciones venezolanas y del resto del mundo han dirigido a la Onu un llamamiento conjunto a favor del levantamiento de la medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela (para sumarse, suresddhh@gmail.com).
La carta recuerda que la aplicación de las llamadas “sanciones”, impuestas por EE.UU. y sus aliados, ha implicado un bloqueo de facto contra Venezuela, que infringe las obligaciones contraídas por los países que las imponen en materia de derechos humanos, y que ha tenido como propósito atacar la economía venezolana para acrecentar la presión sobre el país.
Se ha dificultado la capacidad del Estado venezolano de ejecutar sus responsabilidades internacionales en materia de derechos sociales, en particular las políticas de alimentación, salud, vida, educación, y el desarrollo, todo más agravado por el contexto de la pandemia de la COVID-19. Como efecto del bloqueo, los ingresos del Estado se contrajeron en un 99% y el país actualmente vive con el 1% de sus ingresos.
Contra Venezuela, los bancos y organismos internacionales, subordinados a Estados Unidos, han ido aún más lejos, aplicando el mecanismo de “sobrecumplimiento”, es decir, excesivo apego a las medidas sancionadoras, denunciado por el gobierno bolivariano en particular en lo que se refiere a los fondos destinados a la compra de vacunas contra el Covid-19. Como denunció Rusia, la histeria «sancionadora» viola incluso las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los intereses del sector privado, perseguidos por los vetos y chantajes del gendarme norteamericano.
Detrás de la retórica que se repitió en la reunión preparatoria del G20 sobre la salud en Roma, está la realidad de la explotación capitalista y el imperialismo que, después de sacrificar la vida de miles de trabajadores durante la pandemia en el altar de las ganancias, ahora descadena los despidos y sigue con el chantage de las patentes contra los pueblos del Sur. En el mundo, se han suministrado 5 mil millones de vacunas, pero casi el 75% de las dosis han terminado en diez países.
De los mil millones de dosis que se suponía que debía donar a los países “pobres”, la Unión Europea ha entregado solo 200 millones. Y solo este 7 de septiembre, Venezuela recibió las primeras vacunas, adquiridas a través del mecanismo Covax, una política puesta en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ayudar a los países víctimas de bloqueos financieros y económicos. Mientras tanto, como denuncian los periodistas Michel Collon y Jean Araud, continúa la campaña de descrédito contra el socialismo bolivariano y la efectividad de su lucha contra el covid. Utilizando poderosos organismos corporativos, como Médicos Unidos Venezuela USA, la revista Nature disputa las cifras oficiales dadas a conocer por el gobierno bolivariano, al tiempo que toma al pie de la letra las proporcionadas por los gobiernos amigos de EE.UU., Colombia y Brasil.
Mentiras rechazadas por un cuestionario de cuantos y cuantas han podido averiguar el compromiso y los resultados obtenidos por el gobierno bolivariano en la lucha contra el covid-19. De hecho, la alianza estratégica con Cuba y los acuerdos comerciales con China y Rusia se han sumado a las políticas de salud públicas y de proximidad que, a pesar de los ataques del imperialismo, han seguido poniendo en el centro la vida de las personas y no la búsqueda de ganancia. Y ya está en marcha la distribución de la segunda dosis de vacuna Sputnik, recién llegada al país.
Como en la época de Allende, y luego hace veinte años después del ataque a las Torres Gemelas y la posterior invasión de Afganistán, los medios hegemónicos han construido su narrativa, imponiendo la visión de los vencedores. A pesar del evidente fracaso de los planes del gendarme norteamericano, considerando el excesivo poder alcanzado en los países capitalistas por los aparatos de control ideológico, la batalla para revertir la tendencia no es nada fácil. Difundir la verdad de Venezuela, desenmascarar la hipocresía violenta de las «sanciones», es un estímulo y un antídoto al virus del capitalismo para los pueblos del planeta.
El 11 de septiembre de 1973, el golpe contra Salvador Allende en Chile allanó el camino para la devastadora política económica de los “Chicago Boys”. Los mecanismos por los que Washington decidió «hacer chillar a la economía chilena» – ataque a la moneda, bloqueo financiero, inflación inducida – son los mismos que le impuso a la Venezuela bolivariana mediante las «sanciones», multiplicados por la extensión global del capitalismo. No en vano, como está sucediendo ahora en el Ecuador del banquero Guillermo Lasso, después del golpe chileno, el Fmi ayudó al gobierno de Pinochet con enormes préstamos, mientras le negaba cualquier ayuda financiera al presidente Allende.
Medidas coercitivas unilaterales ilegales, que parecen aún más criminales en tiempos de pandemia, y que el gobierno bolivariano intenta apaciguar obligando a la oposición golpista, que las ha exigido en voz alta, a accionar con sus titiriteros para que las levanten. Y mientras el narcogobierno colombiano de Iván Duque busca sabotear el proceso de diálogo en México, los halcones de Washington responden con nuevos chantages.
El encargado de Negocios de la Oficina Externa de Estados Unidos para Venezuela, James Story, aseguró que EE.UU. está “trabajando en nuevas sanciones con Canadá y la Unión Europea en caso de que no haya resultado en las negociaciones” en México.
El prófugo de la justicia venezolana Julio Borges anunció el nuevo plan de su compinches “guaidosistas” para quedarse con los activos que son propiedad del Estado venezolano. Borges tuvo la idea luego de que el Gobierno Duque se robó descaradamente a la compañía petroquímica Monómeros Colombo Venezolanos S.A, filial de Pequiven, debido a que la empresa muestra números rojos desde que Guaidó se adueñó de ella en mayo de 2019. La idea de Borges es que los activos en el exterior sean administrados por el Banco Mundial o el BID para beneficio de la República”, definidos “Protectores independientes”.
Jorge Rodriguez, presidente del parlamento y representante del Gobierno venezolano ante la mesa del diálogo con la oposición, respondió con un twitter: “En primer lugar, señor Jimmy, cálmese – escribió -. Lo noto ofuscado. En segundo lugar, es de una estupidez palmaria pensar ni remotamente que a estas alturas atenderemos sus presiones y espumarajos. En tercer lugar, mientras con más sanciones amenacen a Venezuela nuestra respuesta será la misma”, ya que, agregó, “este diálogo es entre venezolanos y venezolanas”.
El presidente Maduro ha por su parte advertido que Estados Unidos, su aliado el gobierno colombiano, y los sectores de oposición, liderados por Juan Guaidó, tratan de reventar los diálogos intervenezolanos.
Entretanto, en el marco de la sesión 48° del Consejo de Derechos Humanos que empezó el 13 de septiembre, organizaciones venezolanas y del resto del mundo han dirigido a la Onu un llamamiento conjunto a favor del levantamiento de la medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela (para sumarse, suresddhh@gmail.com).
La carta recuerda que la aplicación de las llamadas “sanciones”, impuestas por EE.UU. y sus aliados, ha implicado un bloqueo de facto contra Venezuela, que infringe las obligaciones contraídas por los países que las imponen en materia de derechos humanos, y que ha tenido como propósito atacar la economía venezolana para acrecentar la presión sobre el país.
Se ha dificultado la capacidad del Estado venezolano de ejecutar sus responsabilidades internacionales en materia de derechos sociales, en particular las políticas de alimentación, salud, vida, educación, y el desarrollo, todo más agravado por el contexto de la pandemia de la COVID-19. Como efecto del bloqueo, los ingresos del Estado se contrajeron en un 99% y el país actualmente vive con el 1% de sus ingresos.
Contra Venezuela, los bancos y organismos internacionales, subordinados a Estados Unidos, han ido aún más lejos, aplicando el mecanismo de “sobrecumplimiento”, es decir, excesivo apego a las medidas sancionadoras, denunciado por el gobierno bolivariano en particular en lo que se refiere a los fondos destinados a la compra de vacunas contra el Covid-19. Como denunció Rusia, la histeria «sancionadora» viola incluso las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los intereses del sector privado, perseguidos por los vetos y chantajes del gendarme norteamericano.
Detrás de la retórica que se repitió en la reunión preparatoria del G20 sobre la salud en Roma, está la realidad de la explotación capitalista y el imperialismo que, después de sacrificar la vida de miles de trabajadores durante la pandemia en el altar de las ganancias, ahora descadena los despidos y sigue con el chantage de las patentes contra los pueblos del Sur. En el mundo, se han suministrado 5 mil millones de vacunas, pero casi el 75% de las dosis han terminado en diez países.
De los mil millones de dosis que se suponía que debía donar a los países “pobres”, la Unión Europea ha entregado solo 200 millones. Y solo este 7 de septiembre, Venezuela recibió las primeras vacunas, adquiridas a través del mecanismo Covax, una política puesta en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ayudar a los países víctimas de bloqueos financieros y económicos. Mientras tanto, como denuncian los periodistas Michel Collon y Jean Araud, continúa la campaña de descrédito contra el socialismo bolivariano y la efectividad de su lucha contra el covid. Utilizando poderosos organismos corporativos, como Médicos Unidos Venezuela USA, la revista Nature disputa las cifras oficiales dadas a conocer por el gobierno bolivariano, al tiempo que toma al pie de la letra las proporcionadas por los gobiernos amigos de EE.UU., Colombia y Brasil.
Mentiras rechazadas por un cuestionario de cuantos y cuantas han podido averiguar el compromiso y los resultados obtenidos por el gobierno bolivariano en la lucha contra el covid-19. De hecho, la alianza estratégica con Cuba y los acuerdos comerciales con China y Rusia se han sumado a las políticas de salud públicas y de proximidad que, a pesar de los ataques del imperialismo, han seguido poniendo en el centro la vida de las personas y no la búsqueda de ganancia. Y ya está en marcha la distribución de la segunda dosis de vacuna Sputnik, recién llegada al país.
Como en la época de Allende, y luego hace veinte años después del ataque a las Torres Gemelas y la posterior invasión de Afganistán, los medios hegemónicos han construido su narrativa, imponiendo la visión de los vencedores. A pesar del evidente fracaso de los planes del gendarme norteamericano, considerando el excesivo poder alcanzado en los países capitalistas por los aparatos de control ideológico, la batalla para revertir la tendencia no es nada fácil. Difundir la verdad de Venezuela, desenmascarar la hipocresía violenta de las «sanciones», es un estímulo y un antídoto al virus del capitalismo para los pueblos del planeta.
Por Geraldina Colotti
La rueda de prensa del presidente venezolano Nicolás Maduro duró casi tres horas. Luego de una breve introducción sobre el momento preelectoral ante las mega-elecciones del 21 de noviembre, el mandatario respondió a las preguntas de los periodistas, presenciales o virtuales, brindando noticias y análisis sobre la situación nacional e internacional. En el centro del encuentro, el diálogo con la oposición, que concluyó su primera sesión en México, y que continuará el 3 de septiembre.
Maduro ha mostrado el memorando de entendimiento firmado por el presidente del Parlamento Jorge Rodríguez («representante plenipotenciario» del gobierno bolivariano), por Gerardo Blyde, vocero de la oposición, reunida en la Plataforma Unitaria, y por Dag Nylander, quien encabezó el equipo de «facilitadores» noruegos, con Rusia y Holanda como «acompañantes», y el presidente mexicano López Obrador como anfitrión.
¿Por qué este gran despliegue de fuerzas y recursos que por solito se implementan para países en guerra o para conflictos gangrenados por enfrentamientos de intereses geopolíticos difíciles de resolver? Visto desde fuera, considerando la inconsistencia de la contraparte «guaidosista», parece surrealista. De hecho, los políticos de extrema derecha no son los verdaderos antagonistas del gobierno bolivariano. Si así fuera, todo podría resolverse en la arena política, ya que Venezuela es un país que ha puesto a prueba su democracia «participativa y protagónica» en 25 elecciones en los últimos 21 años. La de 21 de noviembre, será la n. 26.
Detrás de las pegatinas de cartón que, más grises desde el golpe de 2002, o acompañadas de algunos nuevos extras, repiten el mismo guión, está el imperialismo más poderoso del planeta, apoyado en una plétora de vasallos bien posicionados en el tablero de ajedrez mundial. Un titiritero que, explicó Maduro resumiendo las numerosas rondas de diálogo que quiso, ha entrado siempre con la pierna estirada, haciendo estallar el banquillo en el último minuto.
Examinar la génesis de negociaciones anteriores, como esta organizada con el alcance de un teatro de guerra, sirve para comprender la importancia del «laboratorio bolivariano». De hecho, fue y es una cuestión de resistir una guerra multiforme, librada tanto interna como externamente. Una guerra económico-financiera, diplomática, mediática, simbólica, que acompañó las agresiones militares y los intentos de golpe con el lanzamiento de bombas silenciosas y mortales («las sanciones»), para golpear – dijo el presidente – a toda la ciudadanía, independientemente de su color político, en sus intereses generales.
Maduro repitió a los medios de comunicación lo que Venezuela y Cuba denuncian a las instituciones internacionales: el carácter feroz, inmoral e indiscriminado de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo estadounidense a pueblos que no se arrodillan ante su modelo devastador. Los títeres del imperialismo, dijo el presidente, querían transformar a Venezuela en un nuevo Afganistán, un nuevo Irak, una nueva Libia. Por ello, han llegado a invocar la R2P, la «Responsabilidad de proteger», una norma del derecho internacional humanitario que prevé la intervención de la «comunidad internacional» para detener los «crímenes de lesa humanidad».
Qué tipo de intervención «humanitaria» fue la norteamericana en los países del sur, se ha visto durante el siglo XX en Guatemala, Brasil, Panamá, Chile …, y se sigue viendo en el siglo actual. «No se puede combatir la violencia con más violencia, el terrorismo con más terrorismo», dijo Maduro, recordando las palabras de Chávez tras el bombardeo en Afganistán decidido por George W. Bush en represalia por los atentados del 11 de septiembre 2001. Estas declaraciones pusieron inmediatamente al Comandante en la mira del imperialismo estadounidense, que lo «invitó» a retractarse de sus declaraciones por boca de la entonces embajadora estadounidense. Pero Chávez devolvió con orgullo ese intento de intromisión, que tendrá una secuela en el golpe de 2002.
Con el orgullo independentista de la época, que reverbera en el Bicentenario celebrado en el país bolivariano, Maduro reivindicó el proyecto de paz con justicia social que representa el «socialismo del siglo XXI» y el renovado impulso de la integración latinoamericana. Retomando las palabras de Chávez – “somos una revolución pacífica pero armada” -, el presidente reiteró su voluntad de dialogar incluso con quienes mueven los hilos detrás de escena, es decir, el gobierno de Estados Unidos. Es anacrónico, dijo, que en un contexto global multicéntrico y multipolar, los estados no logran mantener un nivel mínimo de relaciones bilaterales.
Luego invitó a Biden a superar las actitudes «fascistas, supremacistas» de la anterior administración Trump, se dirigió al pueblo y a los jóvenes estadounidenses que no quieren agresiones y guerras, y reiteró su voluntad de dar la bienvenida al encargado de negocios Usa si regresa a Venezuela. Con la habitual ironía, el mandatario desveló luego los detalles de un intento previo de diálogo, protagonizado en México entre algunos representantes de alto nivel de la administración Trump y el «plenipotenciario Jorge Rodríguez».
Un largo encuentro -dijo- ocupado en gran parte por la condena expresada por los estadounidenses contra los «ladrones y corruptos» que animan el círculo del autoproclamado Juan Guaidó. Con ellos, incluso en el caso de un cambio de gobierno, Estados Unidos ya no querría tener relaciones. El contenido de esas conversaciones -agregó el presidente- también se filtró en algunos periódicos estadounidenses.
Por tanto, Estados Unidos parecía consciente de que el cambio de marcha en el modelo de injerencia, formalizado en la farsa de la autoproclamación, tenía pies de barro. Y por eso, a pesar del gigantesco uso de recursos para derrocar al gobierno bolivariano, ese modelo ha fracasado. El memorando de entendimiento firmado en México ha dejado por escrito al menos tres puntos importantes: el reconocimiento de las instituciones venezolanas y del gobierno legítimo que encabeza Maduro, el fin de la violencia y las conspiraciones y el fin de las «sanciones». Aún pendiente, la solicitud de que todos los componentes de la oposición participen en la negociación, que por ahora la Plataforma no ha aceptado.
Sobre el punto crucial de las «sanciones», la pelota pasa ahora al titiritero. Sin embargo, el camino principal es el de “la independencia económica y que debemos buscar todas las formas, incluso a nivel internacional, de romper el asedio, con la ayuda de esos países, comenzando por China y Rusia, que avanzan hacia la construcción de un mundo multicéntrico y multipolar”. La independencia económica no es un camino fácil para un país del sur, que el imperialismo ha mantenido en una condición de subordinación tecnológica, y que no puede cambiar ni siquiera la rueda de una máquina porque es una marca estadounidense.
Todavía, desactivar la subversión interna con gran inteligencia, como lo ha hecho el gobierno bolivariano, ya es un gran paso adelante. Sobre todo porque el diálogo no termina en México, sino que continuará en el país que se prepara para las megaelecciones del 21 de noviembre. Hasta el 29 de agosto, se pueden presentar candidatos para más de 8.400 puestos de gobernadores, alcaldes, legisladores regionales y municipales. Incluso los partidos de extrema derecha lo están haciendo, el presidente citó el caso de Carlos Ocariz.
La extraordinaria participación de la militancia chavista en las primarias abiertas del PSUV y la efectiva lucha contra la pandemia que realiza el gobierno bolivariano junto con el «pueblo consciente» en esta semana que registra el menor número de contagios (19 casos por 100.000 habitantes), son alentadoras: signos que anticipan, con la reapertura de las escuelas, la recuperación económica del país.
Por Geraldina Colotti
La rueda de prensa del presidente venezolano Nicolás Maduro duró casi tres horas. Luego de una breve introducción sobre el momento preelectoral ante las mega-elecciones del 21 de noviembre, el mandatario respondió a las preguntas de los periodistas, presenciales o virtuales, brindando noticias y análisis sobre la situación nacional e internacional. En el centro del encuentro, el diálogo con la oposición, que concluyó su primera sesión en México, y que continuará el 3 de septiembre.
Maduro ha mostrado el memorando de entendimiento firmado por el presidente del Parlamento Jorge Rodríguez («representante plenipotenciario» del gobierno bolivariano), por Gerardo Blyde, vocero de la oposición, reunida en la Plataforma Unitaria, y por Dag Nylander, quien encabezó el equipo de «facilitadores» noruegos, con Rusia y Holanda como «acompañantes», y el presidente mexicano López Obrador como anfitrión.
¿Por qué este gran despliegue de fuerzas y recursos que por solito se implementan para países en guerra o para conflictos gangrenados por enfrentamientos de intereses geopolíticos difíciles de resolver? Visto desde fuera, considerando la inconsistencia de la contraparte «guaidosista», parece surrealista. De hecho, los políticos de extrema derecha no son los verdaderos antagonistas del gobierno bolivariano. Si así fuera, todo podría resolverse en la arena política, ya que Venezuela es un país que ha puesto a prueba su democracia «participativa y protagónica» en 25 elecciones en los últimos 21 años. La de 21 de noviembre, será la n. 26.
Detrás de las pegatinas de cartón que, más grises desde el golpe de 2002, o acompañadas de algunos nuevos extras, repiten el mismo guión, está el imperialismo más poderoso del planeta, apoyado en una plétora de vasallos bien posicionados en el tablero de ajedrez mundial. Un titiritero que, explicó Maduro resumiendo las numerosas rondas de diálogo que quiso, ha entrado siempre con la pierna estirada, haciendo estallar el banquillo en el último minuto.
Examinar la génesis de negociaciones anteriores, como esta organizada con el alcance de un teatro de guerra, sirve para comprender la importancia del «laboratorio bolivariano». De hecho, fue y es una cuestión de resistir una guerra multiforme, librada tanto interna como externamente. Una guerra económico-financiera, diplomática, mediática, simbólica, que acompañó las agresiones militares y los intentos de golpe con el lanzamiento de bombas silenciosas y mortales («las sanciones»), para golpear – dijo el presidente – a toda la ciudadanía, independientemente de su color político, en sus intereses generales.
Maduro repitió a los medios de comunicación lo que Venezuela y Cuba denuncian a las instituciones internacionales: el carácter feroz, inmoral e indiscriminado de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo estadounidense a pueblos que no se arrodillan ante su modelo devastador. Los títeres del imperialismo, dijo el presidente, querían transformar a Venezuela en un nuevo Afganistán, un nuevo Irak, una nueva Libia. Por ello, han llegado a invocar la R2P, la «Responsabilidad de proteger», una norma del derecho internacional humanitario que prevé la intervención de la «comunidad internacional» para detener los «crímenes de lesa humanidad».
Qué tipo de intervención «humanitaria» fue la norteamericana en los países del sur, se ha visto durante el siglo XX en Guatemala, Brasil, Panamá, Chile …, y se sigue viendo en el siglo actual. «No se puede combatir la violencia con más violencia, el terrorismo con más terrorismo», dijo Maduro, recordando las palabras de Chávez tras el bombardeo en Afganistán decidido por George W. Bush en represalia por los atentados del 11 de septiembre 2001. Estas declaraciones pusieron inmediatamente al Comandante en la mira del imperialismo estadounidense, que lo «invitó» a retractarse de sus declaraciones por boca de la entonces embajadora estadounidense. Pero Chávez devolvió con orgullo ese intento de intromisión, que tendrá una secuela en el golpe de 2002.
Con el orgullo independentista de la época, que reverbera en el Bicentenario celebrado en el país bolivariano, Maduro reivindicó el proyecto de paz con justicia social que representa el «socialismo del siglo XXI» y el renovado impulso de la integración latinoamericana. Retomando las palabras de Chávez – “somos una revolución pacífica pero armada” -, el presidente reiteró su voluntad de dialogar incluso con quienes mueven los hilos detrás de escena, es decir, el gobierno de Estados Unidos. Es anacrónico, dijo, que en un contexto global multicéntrico y multipolar, los estados no logran mantener un nivel mínimo de relaciones bilaterales.
Luego invitó a Biden a superar las actitudes «fascistas, supremacistas» de la anterior administración Trump, se dirigió al pueblo y a los jóvenes estadounidenses que no quieren agresiones y guerras, y reiteró su voluntad de dar la bienvenida al encargado de negocios Usa si regresa a Venezuela. Con la habitual ironía, el mandatario desveló luego los detalles de un intento previo de diálogo, protagonizado en México entre algunos representantes de alto nivel de la administración Trump y el «plenipotenciario Jorge Rodríguez».
Un largo encuentro -dijo- ocupado en gran parte por la condena expresada por los estadounidenses contra los «ladrones y corruptos» que animan el círculo del autoproclamado Juan Guaidó. Con ellos, incluso en el caso de un cambio de gobierno, Estados Unidos ya no querría tener relaciones. El contenido de esas conversaciones -agregó el presidente- también se filtró en algunos periódicos estadounidenses.
Por tanto, Estados Unidos parecía consciente de que el cambio de marcha en el modelo de injerencia, formalizado en la farsa de la autoproclamación, tenía pies de barro. Y por eso, a pesar del gigantesco uso de recursos para derrocar al gobierno bolivariano, ese modelo ha fracasado. El memorando de entendimiento firmado en México ha dejado por escrito al menos tres puntos importantes: el reconocimiento de las instituciones venezolanas y del gobierno legítimo que encabeza Maduro, el fin de la violencia y las conspiraciones y el fin de las «sanciones». Aún pendiente, la solicitud de que todos los componentes de la oposición participen en la negociación, que por ahora la Plataforma no ha aceptado.
Sobre el punto crucial de las «sanciones», la pelota pasa ahora al titiritero. Sin embargo, el camino principal es el de “la independencia económica y que debemos buscar todas las formas, incluso a nivel internacional, de romper el asedio, con la ayuda de esos países, comenzando por China y Rusia, que avanzan hacia la construcción de un mundo multicéntrico y multipolar”. La independencia económica no es un camino fácil para un país del sur, que el imperialismo ha mantenido en una condición de subordinación tecnológica, y que no puede cambiar ni siquiera la rueda de una máquina porque es una marca estadounidense.
Todavía, desactivar la subversión interna con gran inteligencia, como lo ha hecho el gobierno bolivariano, ya es un gran paso adelante. Sobre todo porque el diálogo no termina en México, sino que continuará en el país que se prepara para las megaelecciones del 21 de noviembre. Hasta el 29 de agosto, se pueden presentar candidatos para más de 8.400 puestos de gobernadores, alcaldes, legisladores regionales y municipales. Incluso los partidos de extrema derecha lo están haciendo, el presidente citó el caso de Carlos Ocariz.
La extraordinaria participación de la militancia chavista en las primarias abiertas del PSUV y la efectiva lucha contra la pandemia que realiza el gobierno bolivariano junto con el «pueblo consciente» en esta semana que registra el menor número de contagios (19 casos por 100.000 habitantes), son alentadoras: signos que anticipan, con la reapertura de las escuelas, la recuperación económica del país.
Pensamiento crítico. La industria de la muerte de Colombia a Afganistán
Internacional. 9 de agosto contra
los crímenes de Estados Unidos:
Desde América Latina una
propuesta para la humanidad
Por Geraldina Colotti, 9 de agosto de 2021.
Hoy es 9 de agosto, día mundial en el que se recuerdan los crímenes de lesa humanidad cometidos por el imperialismo estadounidense durante más de un siglo. Una jornada impulsada en 2017 por el llamado de cuatro intelectuales y escritores argentinos, Atilio Boron, Stella Calloni, Telma Luzzani y Alejo Brignole, y relanzada por la Red de Intelectuales, artistas y movimientos sociales en defensa de la humanidad. Su capítulo argentino ha publicado ahora un libro digital sobre el tema, que se puede descargar gratuitamente, Estados Unidos contra la humanidad.
Resumen Latinoamericano da cuenta del desarrollo de la operación y los pasos para continuar la movilización, que hoy ya se celebra en más de 20 países. Teniendo en cuenta el número de invasiones, bombardeos, asesinatos selectivos, injerencias cometidas por el imperialismo estadounidense, se podría haber elegido cualquier fecha. Sin embargo, como el mundo sabe, el 9 de agosto de 1945 es el día en que el entonces presidente Harry Truman decidió lanzar la segunda bomba atómica sobre el pueblo japonés a Hiroshima, replicando lo que había hecho tres días antes contra el de Nagasaki.
Por supuesto, muchas otras naciones imperialistas -Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Alemania, Israel, por nombrar algunas- han cometido o continúan cometiendo crímenes de lesa humanidad desde el siglo pasado hasta el presente: torturas, invasiones, genocidio económico de países periféricos mediante la imposición de medidas coercitivas unilaterales. Sin embargo, se puede decir que los cometidos por Estados Unidos contra cualquiera que se oponga a los diseños económicos y políticos imperialistas en América Latina, Asia, África, los resumen y superan a todos, en amplitud, sistematización y alcance.
Para citar solo una cifra, después de la Segunda Guerra Mundial, el número de muertos causados por Estados Unidos supera los 20 millones en 37 naciones atacadas. Como recuerda Resumen Latinoamericano, un estudio realizado por la Universidad Norteamericana de Brown estima que las víctimas directas causadas en Asia y Oriente Medio tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 son 800.000, sin contar las enfermedades y hambrunas provocadas por la destrucción de la guerra, y el número de personas desplazadas con consecuencias en 80 países, equivalente a 21 millones.
La aberrante actualización de la tortura como método para ganar en el llamado “choque de civilizaciones”, como se definió el radicalismo islámico después del 11 de septiembre, también se debe al gobierno de Estados Unidos. Y aquí hay un punto crucial de relevancia. Especialmente después de la caída de la Unión Soviética, Estados Unidos promovió una barbarización generalizada de las reglas de la convivencia internacional, dedicándose a demoler sistemáticamente la legitimidad de instituciones como la ONU, que había trabajado para sacarle provecho después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Junto con sus principales peones como Israel, cuyos crímenes han prosperado a la sombra del poderoso padrino norteamericano, Estados Unidos se ha dedicado a ignorar o pisotear los cientos de resoluciones de Naciones Unidas aprobadas contra la opresión. Los países más afectados, comenzando por Cuba y la Venezuela bolivariana, y por supuesto Palestina, lo han denunciado en todos los ámbitos internacionales.
A través de una política de hechos consumados, justificada por la perpetuación de la lógica de la emergencia, sea «contra el terrorismo», sea “contra el narcotráfico” o contra cualquier flagelo provocado por las distorsiones del capitalismo, Estados Unidos ha debilitado el principio de garantía giuridica como derecho humano básico, inalienable y universal, demostrando así la verdadera naturaleza de la democracia burguesa.
Para ello, dicen los promotores y promotores de la campaña contra los crímenes de Estados Unidos, es importante conmemorar esta fecha con todos los medios disponibles. Traer al presente el partido que se jugó en el siglo pasado entre las fuerzas del proletariado y las del capitalismo sirve para comprender la importancia de haber construido un terraplén de contención en los países del sur global tras la caída de la Unión Soviética.
Sirve para reposicionar claramente la cuestión del antiimperialismo en el contexto de la articulación multicéntrica y multipolar que se está trazando alrededor de China. Sirve para redefinir la cuestión de la alternativa y los costos a pagar dentro del alcance de lo posible y lo prospectivo.
Para ello, es necesario analizar y apoyar los procesos de cambios que se han producido y se están dando en América Latina, continente que Estados Unidos consideraba su patio trasero y que ha arrasado con dictaduras, masacres y robos, y que quisiera continuar a mantener bajo control neocolonial, destruyendo el mensaje de resistencia que emana, a partir de la revolución cubana.
Es importante para evaluar el vacío que deja la pérdida de poder conflictivo de la lucha de clases en los países capitalistas, donde se decide, partiendo del costo de la mano de obra, también el costo que se impondrá a pueblos que, como Cuba y Venezuela, no quieren arrodillarse. Un costo en términos de medidas coercitivas unilaterales, violaciones y opresión: en nombre de los «derechos humanos» de los que Estados Unidos se siente portador absoluto.
Cuba. La dignidad frente
al imperialismo.
Voces de Piazza Prisca
Por Geraldina Colotti, Conaicop, 30 de julio de 2021.
“Por su lucha en defensa de la soberanía, Cuba merece el premio a la dignidad. Por su ejemplo de independencia, debe ser declarada Patrimonio de la Humanidad ”. Con estas palabras, el presidente de México, Manuel López Obrador se refirió a Cuba durante la reunión de cancilleres de la Celac, celebrada el día del nacimiento del Libertador Simón Bolívar, el 24 de julio.
Un pensamiento compartido por las plazas de todo el mundo, que ondearon la bandera el 26 de julio para conmemorar el histórico asalto al Cuartel Moncada, gritando “Yo soy Fidel”. El mismo grito compartido, con el que, durante días, durante el funeral de Fidel Castro, el pueblo cubano mostró al mundo el profundo sentido colectivo de la revolución: decir que el Comandante no está muerto, se ha multiplicado. El socialismo no está muerto, se ha multiplicado en la lucha de pueblos decididos a ser libres, incluso en Europa.
Lo hemos visto en los últimos días en las manifestaciones de solidaridad internacional tras el ataque mercenario del 11 de julio. Un plan que busca volver a proponer el patrón de «revoluciones de color» también en La Habana. Retomando lo vivido en los últimos años contra la revolución bolivariana en Venezuela, desde la asfixia económica hasta la asfixia diplomática. Los gusanos de Miami se manifiestan junto a los «esqualidos» venezolanos, en un intento de volver a proponer la farsa de un «gobierno paralelo» reconocido por los países imperialistas también contra Cuba.
Ya a fines de junio, en la gestación de lo que habría ocurrido en julio, los medios internacionales comenzaron a amplificar la noticia de la formación de un supuesto Consejo para la Transición Democrática, con la tarea de diseñar los objetivos de un gobierno paralelo, directo del ex militar José Daniel Ferrer García. La jefa de «relaciones internacionales» es Elena Larrinaga de Luis, cubana residente en España, país desde el que actúa su poderoso lobby para presionar la Unión Europea.
En febrero fundó la plataforma Cuba Humanista, definida por los medios europeos como un «proyecto inclusivo y transversal para dar voz a los disidentes que no pueden hablar en Cuba». Un proyecto que incluye una «reforma económica y educativa» con la que -según Larrinaga- la Unión Europea y su alto representante Josep Borrell estarían «en sintonía». Una maniobra que, argumenta Larrinaga, ya ha dado sus frutos también en el Parlamento Europeo.
En los últimos días, la Unión Europea ha expresado un «apoyo inequívoco» a quienes se manifestaron contra el gobierno cubano el 11 de julio y pidió la liberación de «quienes han sido detenidos arbitrariamente». La respuesta del canciller cubano, Bruno Rodríguez, llegó puntualmente. A través de twitter, el ministro rechazó «enérgicamente» la declaración del alto representante de la UE, Josep Borrell. Una declaración en la que -dijo el canciller- «no se arriesga a llamar por su nombre real al bloqueo genocida de Estados Unidos, país que viola la soberanía de Europa, imponiéndole sus leyes y sus tribunales». Rodríguez observó luego que la UE «haría mejor en lidiar con los episodios de brutal represión policial» que existen en los países de la Comunidad.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, habló sobre el tema, nuevamente en twitter: “Es increíble – escribió – cómo el Alto Representante de la UE no menciona el bloqueo genocida y cruel. Miente calumnias y hace suya la farsa de la injerencia imperial contra Cuba, ¿será falta de coraje o de sumisión? ”.
Para lograr el aislamiento diplomático y contrarrestar la ola de simpatía que suscitó la generosidad de Cuba durante la pandemia, la CIA y sus derivados desatan la batalla en el terreno de las ideas. Intentan derribar los símbolos de la revolución, confundiendo conceptos en un pérfido cambio de sentido, ya visto en los países capitalistas, donde la tierra ya ha sido ampliamente arada tras la caída de la Unión Soviética. El capitalismo se convierte entonces en «libertad», y los mercenarios que lo sostienen, previo pago, parecen mensajeros de «vida», consignados a las canciones populares.
Cuánta «vida» hay en la búsqueda de ganancias, la hemos visto durante este capítulo pandémico de la crisis estructural del modelo capitalista. Sin embargo, la poderosa máquina de los aparatos de control ideológico, después de haber chupado, demonizado y distorsionado la memoria de las clases populares, sigue funcionando bien, si en lugar de protestas juveniles por la ausencia de un futuro, vemos los disturbios por el aperitivo “libre”. El objetivo principal, por supuesto, son los jóvenes, no solo en Cuba, Venezuela o Colombia, sino también en Europa.
Y por lo tanto, fue realmente una buena señal ver a muchos jóvenes y muy jóvenes en Italia también (muchas mujeres) en la manifestación en defensa de Cuba, frente a la embajada en Roma. Fue una buena señal verlos enarbolando las banderas del 26 de julio, que recuerdan el asalto al Cuartel Moncada como un capítulo de ese tomar el ciel por asalto, intentado por las y los comunistas de todos los países, incluida Europa, en el siglo pasado. De gran significado escucharlos unidos al grito de “Yo soy Fidel”.
Por supuesto, ya no estamos en los tiempos de la oposición masiva a la agresión imperialista a Vietnam, ni en los tiempos de la oposición pacifista a la agresión iraquí de 2003. Por supuesto, no es lo mismo cantar las canciones de lucha del siglo último en las notas de hoy. Y de hecho ocurrió que los mismos que gritaban “La canción del Mayo” de De André con sus versos contra la cárcel, se apresuraron al día siguiente a pedir la horca para los exguerrilleros de los setenta. Y, entre los jóvenes «antagonistas» de hoy, también ocurre que el reflejo justo contra la sociedad disciplinaria acaba por traducirse en distancia de las vivencias del socialismo del siglo XX y también de las formas que se refieren a él, aunque con nuevos paradigmas, tales como Venezuela. Sucede que solo llegas a comprender los giros y vueltas tácticas de las banderas que estás apoyando.
Ocurre en la sociedad del post-todo, donde los actos ya no determinan la relevancia del discurso político, porque se ha perdido el vínculo entre decir y hacer, incluso la responsabilidad personal, en lo que sucede. En este caso, sin embargo, se trata de jóvenes que se templan en el conflicto de clases, obligados a abrir brechas en el cierre de los espacios de viabilidad política, necesarios para la economía de guerra, en lo que alguna vez llamaríamos «contrarrevolución preventiva».
En la plaza se han visto casi todas las siglas que, en asociaciones, organizaciones o partidos que no están en el parlamento, han seguido mostrando su solidaridad con Cuba. Muchas cabezas canosas por los años aparecieron cerca de matas jóvenes de cabellos teñidos. Voces de mujeres jóvenes y ancianas, que intentamos en parte restituir aquí.
Cristina es una de las comunicadoras de Radio Onda Rossa. “Estoy aquí – dice – en primer lugar porque me parece bien, después de todo lo que han hecho los médicos cubanos al venir a ayudar en las zonas de Bérgamo y Brescia, las más afectadas por la pandemia. Lo hicieron a pesar del criminal bloqueo, que ahora Biden, tras Trump, quiere mantener. Desafío a cualquier país a vivir en esas condiciones ”.
Cristina también participa en el movimiento de mujeres Ni una menos, y piensa que «también como mujeres y feministas es importante expresarse en estos contenidos». Como operadora de la comunicación alternativa, cree que hay una gran responsabilidad de los grandes medios, también en la recepción de las nuevas experiencias socialistas en América Latina.
Recuerda 2001, los tiempos del Foro social mundial y las manifestaciones contra el G8 en Génova. “En ese momento – dice – había muchos compañeros venezolanos en los centros de medios alternativos. Recuerdo el debate sobre la presencia de Chávez en los foros sociales mundiales. Entonces, la discusión se calmó, y este año en Génova, veinte años después de esas reflexiones, no hubo un verdadero debate sobre el internacionalismo, ni un balance. Probablemente, esto también se deba a que, aquí, percibimos el peso del colonialismo y el imperialismo de una manera menos directa”.
Cristina piensa que “incluso a partir del feminismo, debemos reabrir espacios de discusión sobre estos temas. Por otro lado, el movimiento Ni una menos nació en Argentina, está presente en Polonia y tiene una connotación internacional. En la radio intentamos hacerlo, a veces expresando posiciones críticas como en el caso de Nicaragua. Ahora, a partir de lo que está pasando en Colombia, y desde la llegada de la caravana zapatista, esta podría ser una buena oportunidad para ampliar el debate ”.
Bajo la bandera de Potere al popolo, hablamos con una jovencita, Margherita, de Bolonia que vive en Roma. “Como comunista – dice – creo que la solidaridad es necesaria para recordar lo que es el socialismo y darle fuerza al pueblo cubano y su gobierno, atacado por los fascistas y el imperialismo estadounidense”. Un ataque realizado a nivel continental, porque – dice Margherita – “los estados imperialistas deben ocultar que hay verdadera democracia en el socialismo cubano. Intentan destruir el ejemplo de un Estado que, a pesar del bloqueo, garantiza la educación pública, la salud, el transporte, intentan ocultar y destruir formas alternativas de gobierno como en Venezuela, mientras hemos visto cómo se comportaron los países capitalistas durante la pandemia”.
Rosella, en cambio, es investigadora científica, dice que no pertenece a ningún grupo. “Colaboré con investigadores cubanos -explica- estoy tratando de dar a conocer aquí su enfoque de la ciencia y la medicina. Ante la pandemia, Cuba es quizás el país que mejor ha defendido a su población, y por eso ha tenido una tasa de mortalidad muy baja también por prevención, por el manejo de los asintomáticos y enfermos. Y ahora, a pesar del bloqueo y las consiguientes limitaciones, ha desarrollado tres vacunas, el único país de América Latina, mientras que Europa no puede decir lo mismo. Creo que detrás del atentado del 11 de julio, que se produjo tras la luz verde a la vacuna Abdala el 9 de julio, también hay intereses comerciales ”.
Otra muchacha muy joven lleva un brazalete con la inscripción 26 de julio. Ella también se llama Cristina y es parte de la Red de los Comunistas. “Estamos aquí para defender a la embajada cubana, al pueblo y al gobierno cubano del ataque yanqui. Los gusanos quisieron manifestarse en esta plaza, pero lo impedimos. El legado del Che y Fidel no debe combatirse, sino multiplicarse”. El del imperialismo norteamericano es «un ataque a la integración latinoamericana y también a la construcción de una alternativa aqui contra los intereses de los grandes grupos multinacionales». Cuba demuestra que “existe un modelo alternativo y que también puede hacer frente a situaciones de emergencia como una pandemia, produciendo no una, sino tres vacunas”.
Francesca es una médica italo-estadunidense, al frente de la lucha contra el covid, pero también en la batalla por desenmascarar los intereses imperialistas y los de los grandes grupos farmacéuticos. “Estoy aquí porque creo en el socialismo – dice -. Necesitamos cambiar el paradigma. No es posible seguir viendo morir a la gente en la calle, en la indiferencia de gobiernos como el nuestro: que se define como ‘el gobierno de los mejores’, en cambio es el gobierno de los bancos y las finanzas. Como médica, no puedo aceptarlo, porque hay que tener en cuenta a las personas por lo que son, por las necesidades que tienen. Si quita su trabajo, su casa, su cobertura de salud pública, ¿cómo puede decir que el gobierno se ocupa de la gente? Cuba ha dado un hermoso ejemplo de cómo deberían ir las cosas, diciendo que pondrá la vacuna a disposición de quienes no tengan la oportunidad de hacer su propia investigación. Creo que es absolutamente necesario eliminar el bloqueo. Como italoamericana, me siento aún más conmovida. También se lo escribí a Bernie Sanders, y muchos pusieron el like”.
Maduro en Telesur: «Diálogo incluso con el diablo, pero sin negociar los principios»
¿Es pesado el legado de Chávez? “No, porque lo llevamos colectivamente».
Así responde Nicolás Maduro a Patricia Villegas, directora de Telesur,
quien lo entrevista por los 16 años de la emisora. Impulsado por las
preguntas de la periodista, el mandatario venezolano aborda temas
de política exterior e internacional, no sin antes haber elogiado el
camino recorrido por el medio alternativo, creado por el Comandante
para combatir el latifundio mediático.
Un eje importante en el proceso de integración del continente
latinoamericano y caribeño, en boga cuando Chávez aún vivía y
cuando gobernaban presidentes socialistas o progresistas,
como Lula o Kirchner. Y, por ello, el discurso del jefe de
Estado mexicano Manuel López Obrador, quien desde 2020
es presidente pro-tempore de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac), adquirió un
significado particular, durante el encuentro de los
25 cancilleres de la organización que se llevó a cabo
en Ciudad de México.
La ocasión fue la del 238 aniversario del nacimiento del
Libertador Simón Bolívar, cuyo mensaje de integración
fue trasladado a la actualidad por Obrador en esta reunión
preparatoria de la próxima cumbre de jefes de Estados
miembros de la Celac, que se realizará en México en
septiembre: el primero en 4 años. La Celac, que incluye
a todos los estados americanos excepto Estados Unidos y
Canadá, planea retomar el liderazgo oponiéndose al
intervencionismo pro estadounidense de la Organización
de Estados Americanos (OEA), dirigida por Luis Almagro.
En 2014, en la cumbre que tuvo lugar en Cuba, la Celac
fue declarada zona de paz. Un propósito con el que el
organismo también logró contener a un gobierno como
el colombiano, entonces encabezado por Manuel Santos.
Santos -dijo acertadamente Maduro- es representante de
esa oligarquía tradicional colombiana que siempre ha
tenido que tragarse la imposición de la oligarquía
mafiosa y narcotraficante representada por Uribe y
hoy por el títere Duque.
Junto con Estados Unidos y Almagro, Duque, bajo cuyo
gobierno se reanudaron las masacres tanto de exguerrilleros
como de líderes sociales, dirigió los ataques contra Venezuela.
Y las provocaciones no cesarán dado que, con el pretexto de
un presunto ataque de las Farc, el 25 de junio, Duque envía
ahora otros 14.000 soldados a la frontera con Venezuela.
«La OEA es un cadáver insepulto como el Grupo de Lima»,
dijo Maduro en apoyo a las palabras de Obrador.
Con el nombramiento del maestro Pedro Castillo
(«un hombre sencillo y auténtico», como lo definió Maduro),
ese organismo artificial podría de hecho perder su cuerpo
de forma permanente. Para escuchar el discurso de Castillo,
muy obstaculizado por la derecha tanto por la propuesta de
Asamblea Nacional Constituyente que recuerda el inicio del
proceso bolivariano, como por su referencia a Bolívar,
el Estado plurinacional y la integración latinoamericana,
también estuvo el canciller Jorge Arreaza y el ex presidente
boliviano Evo Morales.
En la reunión de la Celac, Obrador asumió una apasionada
defensa de Cuba. Respecto a las protestas de la derecha
cubana contra el gobierno de Díaz-Canel, a raíz de una
pregunta de Patricia Villegas, Maduro señaló las similitudes
con las «guarimbas» desatadas por los golpistas
venezolanos: Cuba – dijo – es como un cuerpo sometido
a torturas que se han agudizado en los últimos años a
medida que ha ido creciendo el consenso internacional
hacia la revolución cubana. «¿Cuál es nuestra culpa, la
de querer caminar con nuestros propios pasos construyendo
un modelo alternativo a la Doctrina Monroe?» – preguntó,
rechazando enérgicamente las medidas coercitivas
unilaterales impuestas por Estados Unidos.
El fin de las «sanciones», de la injerencia y del robo de recursos
venezolanos será una de las condiciones puestas por el gobierno
bolivariano en las negociaciones con la extrema derecha venezolana,
que próximamente se llevarán a cabo en México con la mediación
de Noruega. La otra condición -explicó Maduro- es la vuelta a la
legalidad de los componentes que han seguido la vía golpista al
mando de los Estados Unidos y de la Colombia. Luego,
el presidente repasó los capítulos de la estrategia desestabilizadora
frente a las numerosas propuestas de diálogo que hizo.
«Para traer la paz – dijo – yo también dialogaría con el diablo,
obviamente sin negociar los principios y el modelo,
no soy un traidor». Por eso y con el mismo espíritu -explicó- la
vicepresidenta Delcy Rodríguez acudió a la reunión anual en
Fedecamara. La organización patronal -especificó- ya no es la
misma que el golpe de Estado contra Chávez en 2002,
ha perdido hegemonía ante el surgimiento de otros
«jóvenes emprendedores patriotas» que quieren
invertir en el país.
Un país que, en todo caso, debe apoyarse en su propia fuerza,
con el objetivo de ser lo más autosuficiente posible
económicamente, y proyectado a superar la dependencia del
petróleo. «También tenemos muchos otros productos para
exportar», dijo el mandatario, y agregó, en palabras de
José Martí, que ciertas cosas deben hacerse «en silencio»,
para evitar flanquear el contraataque del enemigo,
siempre al acecho. Lo hemos visto, digo, con el bloqueo
del pago de vacunas, que se recuperó tras la denuncia pública
del gobierno bolivariano, y en los últimos días con los
obstáculos que se le plantean a los deportistas venezolanos
para impedir su participación en los Juegos Olímpicos de Japón.
Un tema sobre el que los medios hegemónicos ya venían
especulando desde hace días, para menospreciar el esfuerzo
del socialismo bolivariano que produce campeones
invirtiendo en el deporte popular.
Hablar “incluso con el diablo” es un ejemplo que viene de Chávez.
Él también -recordó Maduro- acudió a las asambleas de Fedecamara,
pero de ninguna manera habría aceptado que la lógica del
capitalismo salvaje se impondría al modelo «humanista,
inclusivo, socialista» de la revolución bolivariana.
Un proyecto que viene de lejos. Maduro y la Primera Combatiente,
Cilia Flores, quien fue abogada de Chávez cuando estuvo preso
en Yare tras la fallida rebelión cívico-militar de 1992,
explicaron los pródromos durante una entrevista concedida a la politóloga Ana Sofía Cabezas,
del Instituto Hugo Chávez.
Para el cumpleaños n. 67 del Comandante, recordaron la
represión durante los gobiernos de la IV República y el
carisma de Chávez, capaz de atraer siempre a un número
impresionante de personas, a pesar del boicot de los medios. También volvieron sobre las acaloradas discusiones antes de
decidir si participar en las elecciones o reintentar otro proceso insurreccional, y sobre la firmeza del Comandante,
capaz de mediar sin perder el rumbo del viaje.
En este julio de nacimiento de Bolívar y de Chávez, se desprende una de las principales fortalezas del socialismo bolivariano: haber sabido fusionar las raíces de ayer y las del presente para fortalecer el árbol del futuro.
El comandante Hugo Chávez se refirió al libro del historiador marxista cubano Francisco Pividal, Bolívar. Pensamiento precursor del antiimperialismo como a una lectura fundamental que, cuando era un joven oficial, lo ayudó a comprender mejor el pensamiento del Libertador. Un libro, digo, "que todo revolucionario bolivariano y del mundo debería leer".
Pividal, como sabemos, también es autor de otra importante investigación sobre el Movimiento 26 de Julio en Venezuela, de la que fue coordinador durante un año: desde la caída del dictador Marco Pérez Jiménez hasta el triunfo de la revolución cubana de 1959, prefigurado por el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.
La ayuda del movimiento venezolano a los revolucionarios cubanos era entonces constante, y Venezuela fue durante años parte del plan de Fidel y el Che de "incendiar los Andes" como la Sierra Maestra. Los estrechos vínculos históricos entre los pueblos de Cuba y Venezuela en la lucha mutua por la independencia y la consolidación de la soberanía nacional se remontan a principios del siglo XIX y a la intención de Simón Bolívar de liberar tanto a Cuba como a Puerto Rico del dominio español. Los revolucionarios cubanos siempre han contado con el apoyo del pueblo venezolano. La revolución liderada por Fidel y el Movimiento 26 de Julio tuvo uno de los apoyos más sólidos en la Patria del Libertador.
Con el mismo espíritu internacionalista, la bandera del Moncada y del 26 de julio, este año ondeó con más fuerza en las plazas del mundo, para repeler el ataque imperialista a la revolución cubana, bolivariana y sandinista. Un ataque a todo el proyecto de integración latinoamericana, que ha retomado el sueño de Bolívar, 200 años después de la batalla de Carabobo. Un sueño que acompañó la vida del Comandante Chávez, inervando otras interpretaciones, igualmente decisivas, que permitieron poner en marcha el tejido del socialismo bolivariano.
En algunos de los libros-entrevistas del Comandante, que han dejado huellas, (citamos sobre todo De Yare a Miraflores, el mismo subversivo, de José Vicente Rangel; Todo Chávez. De Sabaneta al socialismo del siglo XXI, de Eliazar Díaz Rangel; y Mi primera vida, de Ignacio Ramonet), el fundador de la revolución bolivariana muestra cómo las reflexiones de Plechanov sobre la función de la personalidad en la historia, junto con las de Lenin y de Mao sobre el imperialismo y las del Che sobre la revolución, fueron decisivas para su formación.
Determinantes para dar voz al revolucionario Bolívar, que legisló sobre los derechos de los indígenas, el derecho a la educación popular, que ensalzó el coraje de las mujeres y su "superioridad" sobre los hombres, y que dedicó el Congreso de Panamá a defender a las masas empobrecidas de "nuestra América" contra las pretensiones expansionistas y hegemónicas del monroísmo y el panamericanismo.
Ese Bolívar que la burguesía y sus aliados naturales quisieron silenciar perpetuando su lado "mantuano", que Marx también tuvo como único referente. Para Pividal, Marx insiste mucho en la palabra “mantuano” dentro de la concepción marxista de la lucha de clases y por el origen social de Bolívar. Sin embargo, agrega, Marx no examina ese otro Bolívar, el Bolívar revolucionario, que sigue a lo que él describió, y que la burguesía y sus aliados quisieron silenciar, perpetuando su lado "mantuano".
El Bolívar que se apodera de Chávez, sin embargo, es lo que exhortó así a los combatientes a luchar contra las diferencias de clase ya favor de la igualdad: "¡Soldados! Vosotros lo sabéis. La igualdad, la libertad y la independencia son nuestra moneda ". El precursor Bolívar que, como señala Pividal, reconoció la existencia de diferencias de clase y color desde 1817, y las definió como "odiosas" un año antes del nacimiento de Marx.
Y así define Fidel al Libertador en el libro-entrevista con el comandante sandinista Tomás Borge, Un grano de maíz: "Tengo una admiración infinita por Bolívar. El hombre de las dificultades, que ha superado todos los obstáculos, es verdaderamente una persona extraordinaria. Martí es un Bolívar de pensamiento, y Bolívar fue un genio de la política, de la guerra, un estadista”.
Hoy, el 28 de julio, en el cumpleaños número 67 del Comandante de la revolución bolivariana, que sigue aguantando bajo la guía de Nicolás Maduro, vuelven, como una profecía, las palabras que, a los 23 años, recién subteniente, Chávez les escribió a sus padres: “Hoy es 24 de julio, 194 años después del nacimiento de Bolívar. Pensar que ese hombre de mi edad ya había comenzado la lucha para hacer la revolución, me siento incapaz. Sin embargo, necesito esta cita patria para recuperar fuerzas y no desviarme del compromiso de hacer con mi vida lo que quiero y estoy seguro de que lo haré”.
Venezuela. Entrevista con el profesor Adán Chávez: “Plan de Golpe Continuado contra Cuba y Venezuela”
Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 22 de julio de 2021.
Al concluir el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo, que se llevó a cabo en Caracas, entrevistamos al profesor Adán Chávez, líder histórico de la revolución bolivariana, embajador de Venezuela en Cuba .
Acaba de finalizar en Caracas el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo, ¿Cuál es el balance y cuáles son las perspectivas de continuar con esta importante labor política internacionalista?
Entre los días 21 al 24 de junio del presente año, se desarrolló en Caracas el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo; espacio de articulación al que nos ha convocado el compañero Presidente Nicolás Maduro en el marco de los 200 años de la gloriosa Batalla de Carabobo, batalla que nos sigue motivando hoy a la defensa de la dignidad, la soberanía y la independencia de nuestros Pueblos; y en la que el ejército patriota al mando de Simón Bolívar refrendó la derrota del entonces imperio español en territorio nacional, permitiéndole al Padre Libertador concentrar sus esfuerzos en la liberación de las naciones del Sur.
Inspiradas e inspirados en esta gesta heroica, se reunieron en nuestra Patria 380 delegadas y delegados internacionales, representantes de organizaciones políticas, sociales, de trabajadoras y trabajadores, jóvenes y estudiantes, parlamentarias y parlamentarios, mujeres, comunicadoras y comunicadores, campesinas y campesinos, indígenas y de la sexo diversidad; provenientes de 67 países del planeta.
Adicionalmente, participaron más de 280 delegadas y delegados nacionales, pertenecientes a los distintos sectores que, en el plano internacional y a lo largo de todo el proceso organizativo de este encuentro, tuvieron la responsabilidad de instrumentar el Plan de Trabajo definido desde el Comité Organizador del Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo; instancia que tuve el privilegio de dirigir, y que hoy sigue guiando -en el marco de un esfuerzo más amplio, que de forma general coordina el compañero Héctor Rodríguez-, las tareas surgidas del encuentro que tuvo lugar en Caracas.
Respecto a las fases preparatorias, es preciso mencionar que entre los meses de marzo y junio se realizaron 74 reuniones y/o encuentros sectoriales, con la participación de 5.921 actores internacionales, pertenecientes a 2.055 organizaciones de 120 países del mundo; encuentros en los que se desarrolló un intenso debate a partir del cual avanzar en la tarea de aglutinar esfuerzos y propiciar la unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas del mundo, en función de construir una agenda de lucha común.
Los temas abordados en dichos encuentros, fueron recogidos en el Manifiesto Bicentenario de la Batalla de Carabobo, declaración final del Congreso; en cuya sesión de cierre fueron además aprobadas resoluciones especiales en solidaridad con los Pueblos de Cuba, Colombia, Haití, Palestina, la República Árabe Saharauí Democrática y Venezuela.
Asimismo, y a fin de darle continuidad a este espacio de articulación, dentro de la idea de construir una agenda común de lucha a la que acabamos de referirnos; estamos afinando un Plan de Trabajo para lo que resta de año, que contempla entre otras acciones el desarrollo de iniciativas conjuntas de formación, la construcción de una instancia internacional que articule la labor de los Pueblos originarios, el impulso de festivales culturales que reafirmen nuestra identidad común y la realización de grandes campañas de denuncia del accionar imperial contra nuestros Pueblos.
De manera que, la continuidad de las labores de este espacio de articulación es, sin lugar a dudas, una acertada y oportuna decisión, en un escenario de renovadas amenazas imperialistas y colonialistas, que reafirma la importancia de la unidad de los Pueblos del mundo.
De allí, el empeño con que desde Venezuela nos hemos propuesto coadyuvar con nuestros modestos esfuerzos en la organización y fortalecimiento de esta iniciativa, inspiradas e inspirados en el principio bolivariano del equilibrio del universo; un principio que permanentemente motivó los esfuerzos que realizara el Comandante Hugo Chávez por construir un mundo multicéntrico y pluripolar, y en esa misma medida, por asegurar el respeto a los más elementales principios del derecho internacional, entre ellos la soberanía de la naciones y la autodeterminación de los Pueblos.
En un escenario como el descrito por usted, de nuevas agresiones imperiales, desde Estados Unidos se sigue conspirando contra Venezuela. ¿Cuáles son los rasgos que caracterizan esa agresión hoy?
Venezuela es objeto, desde el arribo mismo de la Revolución Bolivariana al poder, de una agresión permanente y multiforme por parte del imperialismo norteamericano y sus lacayos; en su afán por tratar de acabar con el proyecto de amplias transformaciones que tiene lugar en el país desde el año 1999, intentándose doblegar nuestra firme determinación de seguir construyendo la Patria Socialista, y de defender la dignidad, soberanía e independencia nacional, el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años como lo expresara el Comandante Chávez en el Plan de la Patria
Sin embargo, y a pesar de que Estados Unidos y Europa acentúan el criminal bloqueo económico, financiero y comercial impuesto al país, de que el cerco político-diplomático que pretenden imponerle a Venezuela arrecia, y de que el ataque mediático contra la nación ha llegado a límites nunca antes visto; crece exponencialmente en nuestro Pueblo la consciencia patriótica, su férrea determinación de ser libre e independiente, y de responder a cada agresión imperial profundizando su unidad y reafirmando el compromiso con la defensa del legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana.
Ello, a pesar de que han intentado de todo: sabotaje petrolero y parlamentario, acciones violentas de calle (guarimbas), intento de magnicidio, incursiones paramilitares dirigidas por ex marines de los Estados Unidos e, incluso, una invasión militar disfrazada de “ayuda humanitaria”; y, recientemente, la pretensión de generar nuevos hechos violentos apoyándose en el accionar de bandas criminales y mercenarios colombianos.
Y es que lo ocurrido en la Cota 905 no es un hecho aislado, sino expresión del Plan de Golpe Continuado que a lo largo de estos años se ha venido implementando contra Venezuela, con la complicidad y financiamiento del gobierno de los Estados Unidos y sus lacayos, entre los cuales destaca el narco-gobierno que para pesar de las hermanas colombianas y los hermanos colombianos, gobierna ese país.
Los primeros resultados de las investigaciones que adelantan las autoridades competentes del país, dan cuenta de la vinculación de actores políticos de la oposición antidemocrática venezolana con estos hechos y han dejado al descubierto la trata conspirativa a la que apelan, una vez más, sectores violentos de la derecha.
No han podido ni podrán. Si bien las conspiraciones, incursiones mercenarias y demás acciones terroristas no han cesado, las venezolanas y los venezolanos seguimos firmes en la defensa del legado del Comandante Hugo Chávez. La Venezuela del año 2021 avanza, con la participación y el protagonismo popular, en su construcción socialista; hasta llegar, más temprano que tarde, al punto de no retorno.
La respuesta que sigue dando Venezuela frente a la arremetida imperial, es la profundización de la Democracia Bolivariana, estando previsto que este año tenga lugar en el país unas megaelecciones. ¿Cómo se preparan las fuerzas revolucionarias para las elecciones del 21 de noviembre?
El cuadro político actual del país es distinto al de hace unos años; un aspecto al que ha contribuido de buena manera el Diálogo Nacional convocado por el compañero Presidente Nicolás Maduro, entre las fuerzas patrióticas y revolucionarias, y la oposición constitucionalista.
Como resultado de las conversaciones que han tenido lugar en el marco de dicho proceso, se arribó a acuerdos trascendentes, relacionados con el rechazo a la intervención militar y al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto al país; así como con la ratificación de la vía pacífica y democrática como única forma para resolver nuestras diferencias, y el compromiso con la defensa de nuestro Territorio Esequibo.
También, se acordó la designación de nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), las cuales ha convocado a unas megaelecciones para el día 21 de noviembre del presente año; a fin de renovar a las autoridades ejecutivas y legislativas de las 24 entidades federales del país y los 335 municipios, según lo previsto en el ordenamiento jurídico venezolano.
Frente a este escenario, la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha decidido, a propuesta de nuestro Presidente, ir a un proceso interno de selección de las candidatas y los candidatos de las fuerzas revolucionarias; proceso que tuvo un primer momento el pasado 27 de junio, y en el cual las bases del Partido postularon a sus precandidatas y precandidatos de cara a las primarias que se llevarán a cabo el día 08 de agosto.
Sin duda, se trata de una demostración de democracia interna muy importante la que está dando el Partido de Chávez, que debe seguirse convirtiendo cada día más, junto al Pueblo y las demás organizaciones que integran el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, en motor para construir con la participación protagónica de nuestra gente, el socialismo concreto del que nos hablaba el líder histórico de la Revolución Bolivariana, hasta llegar al punto de no retorno al que hemos hecho mención antes.
Esta es una tarea de grandes proporciones, que las y los militantes del Partido hemos decidido asumir de forma valiente, sin dejarnos chantajear ni intimidar; con plena conciencia y lealtad a nuestro proceso de construcción socialista y al legado del Comandante Chávez, como siempre debemos hacerlo las y los chavistas, sobreponiéndonos a las dificultades que pudieran presentarse; dificultades que en nada desmeritan el importante avance que este proceso interno supone para el fortalecimiento del Partido de la revolución.
Hablemos de Cuba. ¿Estamos en presencia de una nueva ofensiva contra ese país?, ¿Qué está pasando realmente en Cuba?, ¿Cuál es su mirada?
En la hermana República de Cuba tuvieron lugar recientemente pequeños focos locales de protesta, desarrollados y financiados con la complicidad del gobierno de los Estados Unidos; eventos dentro de los cuales se propiciaron algunos hechos vandálicos, que sin duda forman parte de la agenda de desestabilización interna que el imperialismo norteamericano impulsa de manera permanente para tratar de dar al traste con el proyecto de soberanía e independencia que encarna la Revolución Cubana.
Se trata de una agenda que está siendo profundizada en medio de la compleja coyuntura por la que atraviesa la Patria de Martí y de Fidel, como consecuencia de los impactos generados por la terrible pandemia del Covid-19 y de la saña con que actúa el imperialismo contra este hermano Pueblo, al arreciar el criminal e ilegal bloqueo económico, financiero y comercial del que es objeto.
Este accionar conspirativo, viene acompañado de un incremento durante las últimas semanas de una brutal campaña contra Cuba en las redes sociales; orientada a generar algunas matrices de opinión a través de las cuales se busca crear inconformidad y propiciar protestas relacionadas con algunas insatisfacciones que válidamente pudiera tener la gente.
De manera que, tal y como lo ha expresado recientemente el compañero Canciller Bruno Rodríguez, lo ocurrido en Cuba tiene que ver con una clara operación política, diseñada en Estados Unidos y masificada en las redes sociales, como parte de las acciones de guerra no convencional que emprende el imperialismo norteamericano contra este hermano Pueblo desde hace más de 60 años; al igual que lo hace con Venezuela.
En lo personal, no tengo duda alguna de que tanto Cuba como Venezuela seguiremos enfrentando de manera victoriosa esta tentativa imperial, demostrando que la mentira y la manipulación no podrán nunca con la verdad de nuestros Pueblos, que organizados, conscientes y movilizados continuarán defendiendo con firmeza el legado de los Comandantes Fidel y Chávez.
¿Cómo se preparan desde el Instituto Hugo Chávez para celebrar el 67 aniversario del natalicio del líder bolivariano?
El cumpleaños 67 del Comandante Chávez tiene lugar, por segundo año consecutivo, en medio de una compleja coyuntura, caracterizada entre otras cosas por la profundización de la arremetida imperial de la que hemos hablado antes; y por la batalla que seguimos librando como humanidad contra la terrible pandemia del Covid-19.
En ese escenario, hemos organizado desde el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías un importante número de actividades para celebrar una fecha tan especial para las venezolanas y los venezolanos; en cumplimiento del objeto para el cual fue creada la Institución, que no es otro que la preservación y difusión del legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana.
Dichas actividades incluyen el inicio del Diplomado Visión General del Legado del Comandante Hugo Chávez; diplomado que será impartido de manera virtual a las Secretarias y Secretarios de las Vicepresidencias Sectoriales y Territoriales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en una plataforma diseñada para el desarrollo de los programas de formación del Instituto.
Asimismo, será convocado el segundo concurso literario El Bicentenario de la Batalla de Carabobo en el Pensamiento del Comandante Chávez; concurso que se desarrollará bajo la modalidad ensayos y en el que podrán participar personas mayores de 16 años de cualquier parte del mundo que presenten una obra inédita, no premiada en otros concursos y escrita en idioma castellano.
También, se realizan las gestiones correspondientes para la impresión de tres textos. El primero de ellos, lleva por título Hugo Chávez y la Venezuela Potencia, y es una antología que reúne las ideas fundamentales de nuestro Comandante Eterno en relación con el pensamiento económico para el desarrollo nacional.
Además, están listos para su impresión los libros El Joven Chávez, obra escrita por el compañero Germán Sánchez Otero y que aborda el tránsito del líder bolivariano por su infancia y juventud; y, en conjunto con la editorial Vadell Hermanos Editores, la reedición del texto Mi Primera Vida, del compañero Ignacio Ramonet, el cual permite conocer de primera fuente la fragua del Comandante Chávez.
Adicionalmente, está previsto el despliegue de micros relacionados con la vida y obra del Comandante Chávez en las redes sociales, remitidos por cultoras y cultores del país; micros a través de los cuales éstas y éstos agradecen la obra de la Revolución Bolivariana en favor del fortalecimiento de la identidad nacional y nuestroamericana, devolviendo a la gente y, más allá, a las y los humildes de la América Latinocaribeña y el mundo, motivos para batallar sin descanso por la dignidad, la soberanía y la independencia.
Por otra parte, desde la Fundación Comandante Eterno Hugo Chávez, dirigida por Rosa Virginia Chávez, se estarán desarrollando otro grupo importante de actividades, algunas de ellas de forma conjunta, como parte de la extraordinaria labor que de manera consecuente desarrolla esta Fundación en favor de la defensa del legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana.
GGeraldina Colotti
Sensazione bolivariana
Adán Chávez Frías
@adancoromoto
La ribellione necessaria (parte 2)
I
Dal 3 gennaio 1992, quando ho salutato Hugo a Barinas, dopo aver trascorso il Natale insieme, fino all'alba del 4 febbraio di quell'anno, i giorni e le notti divennero eterni. Vivevo un’angoscia terribile, nell’attesa di essere informato da un momento all'altro, da una qualsiasi delle vie concordate, sulla data esatta dell'insurrezione.
Come affermato prima, quell'informazione non è mai arrivata e ho scoperto l'inizio di quegli avvenimenti come la maggior parte dei venezuelani e venezuelani. Nel mio caso specifico, da una telefonata di mio fratello Argenis verso le 3 del mattino di quel giorno. Argenis allora lavorava a Caracas e viveva in un appartamento nel complesso urbano del Parque Central.
Sospettava "che stessimo organizzando qualcosa", ma non aveva altri elementi al riguardo, dal momento che non partecipava direttamente al Movimento. Anche così, gli avevamo assegnato compiti specifici in determinati momenti e, inoltre, nel suo appartamento avevamo tenuto alcune riunioni clandestine, anche se senza la sua presenza.
Quando rispondo al telefono, Argenis mi dice: “Sembra che ci sia un colpo di stato, si sentono molti spari, ci sono già alcune informazioni nei media, ma pochissime. Sicuramente Hugo è coinvolto ”. Gli ho risposto che avremmo dovuto stare all’erta, per ottenere maggiori dettagli su ciò che stava accadendo.
II
All'inizio dubitavo che fosse l'insurrezione del nostro Movimento, soprattutto perché l'avvertimento non mi era arrivato, e Hugo ha sempre mantenuto quanto concordato. Quindi, sono arrivato a pensare che potesse essere un golpe di destra, che ci avessero anticipato alcuni generali molto conservatori che a loro volta stavano cospirando. Informazioni che stavamo analizzando nei nostri incontri, e che costituivano uno degli elementi che ci avevano portato a decidere che l'insurrezione bolivariana non poteva più aspettare.
D'altra parte, ho pensato alla possibilità che fossero sorti alcuni inconvenienti dell'ultimo minuto, che avevano fatto precipitare gli eventi, impedendo che fossi avvisato dell'inizio della ribellione. Il che era possibile, giacché in realtà noi, il piccolo gruppo di retroguardia che era a Barinas, non avevamo un ruolo determinante nell'azione militare.
È successo esattamente così: nonostante Hugo avesse impartito le istruzioni, il compagno a cui era stata assegnata la missione non poté eseguirla per il modo in cui sono andate le cose.
III
Verso le 5 del mattino di quel 4 febbraio, un collega dell'università che faceva parte del suddetto gruppo, mi chiamò per informarmi che aveva sentito su Radio Caracol di Colombia che le azioni nella città di Caracas erano dirette dal comandante Chávez Frías. Da quel momento, non ebbi più dubbi: i bolivariani erano scesi in campo per onorare la Patria, seguendo il piano che era stato progettato e dando inizio alla ribellione civico-militare che avrebbe diviso in due la storia del Venezuela.
Come lo stesso comandante Chávez raccontò in seguito, quel giorno era stato imposto dallo sviluppo degli avvenimenti. A influenzare maggiormente la decisione fu l’informazione di un nostro ufficiale, di stanza alla Casa Militare, secondo la quale l’allora presidente, Carlos Andrés Peréz, che aveva partecipato al World Economic Forum, a Davos-Svizzera, sarebbe tornato nel paese la mattina del 4-F. Bisogna tener presente che l'obiettivo politico del piano consisteva nell’arresto del presidente, che sarebbe stato presentato al paese attraverso i media, per annunciare che ci sarebbe stato un nuovo governo e chiedere la resa ai comandanti di guarnigione che non avevano aderito alla ribellione.
A proposito di questa decisione, Chávez disse a Ramonet: "Sapendo che l'aereo presidenziale stava atterrando all'alba del 4 febbraio, abbiamo deciso di attivare l'operazione, che avrebbe dovuto svolgersi la stessa notte, prima dell'alba del giorno 4".
L'azione principale prevedeva che, mentre i compagni guidati da Chávez si trasferivano dallo stato di Maracay-Aragua, a Caracas, gli ufficiali MBR-200 che erano ai posti di comando in alcune grandi città del paese avrebbero preso il controllo dei punti più strategici. Nel caso della capitale, erano stati definiti gli obiettivi chiave che avrebbero dovuto essere controllati dai Comandanti ribelli: l'aeroporto di La Carlota, Forte Tiuna e il Ministero della Difesa, con la chiara missione di catturare l'Alto Comando Militare; così come il palazzo Miraflores, la residenza presidenziale La Casona e i principali canali televisivi.
Il comandante Chávez, come previsto, andò con gli uomini sotto il suo comando al Museo storico militare (oggi il Cuartel de la Montaña); essendo la sua missione di dirigere e coordinare da quel luogo tutte le operazioni dell'insurrezione civile-militare a livello nazionale.
(Traduzione di Geraldina Colotti, Conaicop Europa)
Compaginacion Rubén Suárez
secretaria internacional
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