Por Orlando Becerra Vielma
Juan Pablo Pérez Alfonzo, político venezolano, participó en 1960, junto a la delegación venezolana, en el I Congreso Petrolero Árabe, proponiendo la creación de una organización petrolera con un sistema de cuotas de producción que estabilizara los precios; dando paso así, en agosto de ese mismo año, a la fundación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con cinco (5) países miembros: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait y Venezuela. De allí que a este político lo conozcamos como el padre de la OPEP.
La OPEP mantuvo una estrategia de gestión durante los gobiernos de la cuarta república, sin embargo, con la llegada del Comandante Chávez y la Revolución Bolivariana se le dio un giro de 180 grados. En el primer año de gobierno del Comandante Chávez se respetaron los acuerdos de la OPEP, conjuntamente con el ministro de Energía y Minas, el Doctor Alí Rodríguez Araque, se hizo un inmenso y muy productivo cambio conversando con todos los países que conformaban la OPEP, y con México, para demostrarle al mundo la importancia de esta organización, de la nueva dirección de PDVSA y de la existencia de un gobierno serio.
Producto de esta gira y otras emprendidas por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías se celebra la II Cumbre de la OPEP en Caracas el 26 de septiembre del año 2000; en la cual Chávez le da la bienvenida a las delegaciones y de manera profética les dice “Dejan ustedes hermanos al epicentro del nuevo mundo en esta Venezuela caribeña, andina, atlántica y amazónica a la que Simón Bolívar, el Libertador de América, la reconoció como el corazón del universo y del mundo, de la más grande región del mundo”. Continuaba, “hoy cuarenta años después debemos revalorizar a la OPEP con la misma esencia, ahora en medio de un mundo azotado, hoy, mucho más que ayer”.
Fue justamente en esta II Cumbre, donde Venezuela junto con los otros países de la OPEP, retoman, reafirman y consolidan el objetivo principal de la organización: asegurar la estabilidad de los precios en los mercados internacionales del petróleo, con el propósito de eliminar las fluctuaciones perjudiciales e innecesarias. Hoy, a los 61 años de la creación de esta organización, se observa qué vigente está el pensamiento de Chávez, pues nuevamente en Caracas el secretario General de la OPEP, Mohammad Barkindo afirma, en su visita a nuestra patria, que Venezuela tiene un rol protagónico como miembro fundador, como epicentro del relanzamiento de la organización en su II Cumbre, ya que desde 2019 ha tomado históricas decisiones en el marco de una OPEP conformada por trece países miembros: los cinco miembros fundadores Arabia Saudita, Kuwai, Irán, Irak y Venezuela y ocho nuevos miembros: Argelia, Angola, Libia, Nigeria, Gabón, Emiratos Árabes Unidos, Congo y Guinea Ecuatorial.
En el marco de la visita del secretario General de la OPEP, nuestro ministro para Petróleo, Tareck El Aisami propuso en esta nueva etapa de la organización, crear una política integral llamada “Las tres C” las cuales son: coherencia, cohesión y consenso “para ensanchar el horizonte de nuestra organización en beneficio de países productores, inversionistas y consumidores”. Esta línea estratégica de acción nos permite reafirmar que nuestra patria, Venezuela, es vanguardia y pionera en la diplomacia petrolera. Seguimos realizando perspectivas del mercado y diseñando estrategias para el fortalecimiento de la OPEP y la construcción del mundo pluripolar, multicéntrico y equilibrado.
De las sanciones al diálogo en México
Por Orlando Becerra Vielma
Nos encontramos en un momento estelar para la democracia venezolana y para nuestra economía gracias al surgimiento de un nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana.
La nuestra es una lucha histórica contra quienes bajo el amparo imperial se creen dueños del mundo, esos que tienen puestos sus ojos en nuestros recursos naturales, en nuestra gente, en nuestro potencial humano. Debemos reafirmar que hace doscientos años en la gesta heroica de Carabobo iniciamos el rumbo y la construcción de una Patria Libre, Soberana e Independiente.
Necesario es resaltar que son éstos tiempos en los que nos planteamos superar la agresión económica contra el pueblo venezolano por el gobierno de EEUU-Oposición, la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra nuestro Estado, generando daños incalculables, que constituyen una flagrante violación al derecho internacional.
Podemos hacer un pequeño cronograma de daños y/o agresiones iniciando desde el 2014 cuando el Congreso de los Estados Unidos se pronuncia mediante la Ley de defensa de los derechos humanos y sociedad civil en Venezuela, en 2015 nos cataloga el gobierno estadounidense como una amenaza inusual y extraordinaria en el continente. Hacia 2017 se da el bloqueo financiero mediante el cese del encaje y distribución de dividendos hacia nuestro País. En 2018 dictan sanciones administrativas contra PDVSA y CITGO iniciando el congelamiento de cuentas por cobrar de la nación, las reservas en oro colocadas en el exterior y banca pública internacional. En 2019 proceden a atacar el Sistema Eléctrico Nacional, se prohíbe la transacción en divisas estadounidenses al Banco Central de Venezuela además de bloquear totalmente los bienes del Estado venezolano así como a miembros del Gobierno y Terceros. El departamento del tesoro mediante la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) ha sido la instancia que ha articulado y ejecutado todas estas medidas contra nuestra economía nacional, tildándonos desde amenaza nacional hasta enemigo hemisférico.
Bajo este contexto hemos transitado este tiempo, a pesar de ello, siempre hemos propuesto el dialogo, mediante reuniones, encuentros, mesas de entendimiento, donde encontremos puntos que nos una y no expongamos lo que nos separa; para ello las palabras del Comandante Eterno Presidente Hugo Rafael Chávez Frías “Nuestro gobierno, es un gobierno pacifico, pacifista, que dialoga, que tolera, es un gobierno tolerante” a lo que prosiguen las de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro Moros “Hagamos triunfar en el mundo nuevo la diplomacia de paz” y es así como llegamos a México, procurando e impulsando acordar de manera definitiva acuerdos en orden económico, político y social que permitan el levantamiento de las medidas unilaterales coercitivas, para a través de la disposición de nuestras plenas capacidades administrativas y económicas, invertir en el bienestar de nuestro pueblo, gracias al acceso de recursos en organismos y entes multilaterales de financiamiento, como por ejemplo la CAF, a los derechos especiales de giro; esto nos permitirá gozar de una estabilidad económica gracias al ingreso de divisas, dinamización de la economía con la reactivación del aparato productivo nacional paulatina y progresivamente, mejorar los servicios públicos siempre bajo la premisa de proteger a nuestro pueblo.
El Camino es el dialogo… Nosotros Venceremos
Econ. Orlando Becerra Vielma
En la batalla por un Desarrollo de las Fuerzas Productivas en las Regiones
Por Orlando Becerra Vielma
El próximo 21 de noviembre nuestro pueblo democrático participará activamente en las mega elecciones, por esta razón arrancamos esta semana con las inscripciones de los candidatos y las candidatas del Gran Bloque de la Patria ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para elegir a los representantes de las 23 Gobernaciones, 23 Consejos Legislativos Estadales, 335 Alcaldías y 335 Consejos Municipales. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Gran Polo Patriótico (GPP) llevan a los mejores hombres y mujeres a esta jornada democrática, característica propia de la Revolución Bolivariana con el fiel cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En este nuevo periodo se impone una gestión productiva que deberá impulsar todas las potencialidades locales que existan en el territorio; de allí que los gobiernos estatales y municipales prioricen en sus programas de gobierno la reactivación del aparato productivo. Es imperante en los estados apoyar el desarrollo de la nueva Arquitectura Jurídica Económica, a través de las Zonas Económicas Especiales que impulsa la Asamblea Nacional para el transformación de la economía. Estas Zonas Económicas Especiales activarán y fortalecerán la inversión extranjera para potencializar el territorio, impactando positivamente en el punto y círculo económico.
Los gobernadores y alcaldes electos deben avanzar hacia una organización popular productiva, ser los motores del proceso de desarrollo desde las bases y desde adentro, para alcanzar la transformación productiva, solidaria y territorial en una economía creciente, generadora de valor agregado, de trabajo productivo, diversidad e innovación; mediante la organización y movilización de las fuerzas laborales y empresariales populares. Por tanto, se debe promover la formación y formalización de las actividades productivas, así como fomentar la creación masiva de empleos que permitan expandir la producción en diversas áreas.
A través de la Ley de Emprendimiento, el pueblo productor generará valor agregado a las materias primas, al trabajo productivo, a diversificar la economía, democratizar la producción y el financiamiento. La transformación territorial es necesaria para conseguir el desarrollo económico y social de manera equilibrada, permitiendo la existencia de mercados internacionales y mercados internos nacionales con criterios de crecimiento económico desde la desconcentración de la producción, la creación de nuevos mercados, los cambios de estructura territorial y el fortalecimiento de comunas productivas.
Por eso, nuestro objetivo es conquistar las gobernaciones y alcaldías para darle fuerza a la agenda productiva local, a escala y al comercio exterior; a fin de mejorar el nivel de vida del pueblo, que ha sido golpeado por los constantes ataques a la moneda nacional y los bloqueos económicos. Pero esta batalla del frente económico debe reflejar una organización productiva, en la que se coordine, planifique y establezcan modelos acordes a la producción, que junto a las acciones del gobierno regional, nacional y a la fuerza del partido logren impulsar la movilización del pueblo para conquistar los espacios económicos con trabajo y producción. Alcanzando así, las metas establecidas en el Plan de la Patria y cumpliendo con las líneas estratégicas y tácticas del Presidente de la República Nicolás Maduro sobre diálogo productivo con el sector privado y el pueblo empoderado.
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La Influencia de la firma del Memorándum de Entendimiento en el Equilibrio Económico.
Por Orlando Becerra Vielma
Esta semana fuimos testigos como pueblo Bolivariano y Chavista de la firma, en México, del memorándum de entendimiento entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la Plataforma Unitaria de la Oposición, como consecuencia de un esfuerzo continuado de diálogo que promueve el gobierno Bolivariano, con el fin de dar inicio a las mesas de negociación y diálogo, las cuales contarán con la mediación de Noruega, Rusia y los Países Bajos. Este memorándum estará bajo el amparo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, fortaleciendo el bienestar del pueblo venezolano, el compromiso de una democracia inclusiva, cultura de tolerancia y convivencia política, así como el rechazo a cualquier forma de violencia política e injerencia extranjera.
Entre los puntos de la agenda, como implicaciones y desafíos se destaca el levantamiento de las sanciones y el diálogo como alternativa para hacer política, activar la economía y darle bienestar al pueblo. Es importante que se comprenda la necesidad de que se levanten las sanciones contra el Estado venezolano, reivindicando como derechos irrenunciables de la nación la Independencia, la Libertad, la Soberanía, la Inmunidad, la Integralidad territorial y la autodeterminación nacional, así como la estabilidad y defensa de la autonomía productiva y financiera.
Este Memorándum de Entendimiento debe dar paso a reactivar el aparato productivo del país para la procura de los bienes y servicios al pueblo. De allí que sea menester prioritario el levantar las medidas unilaterales coercitivas que se han aplicado al pueblo venezolano, que entre otras consecuencias, han afectado negativamente a la economía prohibiendo realizar transacciones financieras de manera fluida, lo que trae como consecuencia limitantes para la adquisición de materia prima, insumos, repuestos, entre otros, que permitan el funcionamiento idóneo de nuestro aparato productivo y nuestra economía.
Este diálogo debe dar paso a la confianza de todos los actores económicos nacionales e internacionales; a fin de lograr que la inversión privada fluya de manera normal para que los circuitos económicos cumplan sus ciclos. Con la firma de este Memorándum de Entendimiento y el impulso que promueva levantar las medidas unilaterales coercitivas se podrá encontrar un equilibrio macroeconómico que eleve la productividad, reimpulse la industria petrolera, las empresas básicas, el comercio internacional, entre otros con el fin de mejorar la estabilidad de los trabajadores y con ello el bienestar del pueblo venezolano.
Finalmente, es importante armonizar todo este proceso con la nueva Asamblea Nacional a fin de generar la arquitectura económico-jurídica, para superar los efectos de la pandemia, las medidas unilaterales coercitivas y tomar el gran esfuerzo que ha hecho el pueblo venezolano, los empresarios, la industria y el gobierno con todos los incentivos y alternativas para mantener una economía, que hasta los momentos, ha sido de resistencia y de guerra.
Es por ello que se hace necesario, urgente y prioritario dar un salto cualitativo y cuantitativo en las relaciones políticas y económicas para retomar a una economía sana, productiva y diversificada que logre la consolidación de la Venezuela Potencia, que está dibujada en nuestro Plan de la Patria.
Unidad, Lucha, Batalla y Victoria desde lo político hasta lo económico.
Estos cuatro conceptos son justamente lo que en este proceso electoral 2021 estamos consolidando en la Revolución Bolivariana, afirmando así las ideas del presidente Chávez en su alocución del 08/12/2012 cuando nos llamó a la Unidad. Entendida la Unidad como un proceso que hace un llamado interno de elecciones para que el pueblo elija a sus dirigentes, a sus candidatos, de una manera democrática. Siendo este accionar una de las mayores virtudes de la Revolución Bolivariana y una de las raíces primordiales de Bolívar: la Unidad.
El próximo 09 de agosto iniciaremos una Lucha que debemos librar tanto en lo interno como en lo externo del partido, para lograr llegar a la gran Batalla el 21 de noviembre con la mayor Unidad, con el mejor proyecto y con el mejor liderazgo. Será una gran Batalla donde demostraremos que nuestro Proyecto Bolivariano y Chavista, dirigido por el presidente Nicolás Maduro, es el que el pueblo quiere, el que ha elegido en perfecta armonía y en sintonía con el Plan de la Patria y con el Gran Polo Patriótico para lograr la Gran Victoria. Una Victoria donde vamos a eligir no a los gobernadores ni a los alcaldes sino a los Representantes que estarán frente a las Gobernaciones y Alcaldías, hombres y mujeres serán nuestros voceros en las tareas necesarias para continuar en esta cruzada. Una cruzada que es la construcción de la Revolución Bolivariana con sus principios básicos y sus cuatro raíces Bolívar, Rodríguez, Zamora y Chávez; avanzando sobre la consolidación del futuro de un mundo más justo, equilibrado, pluripolar y multicéntrico que nos permita lograr la paz, desarrollo y prosperidad del mundo y de nuestra Patria.
Hemos venimos enfrentando un bloqueo económico que, pese a las adversidades y lo golpeado de nuestra economía, el Gobierno Revolucionario responsablemente y basado en el Plan de la Patria, ha hecho frente con el mayor de los esfuerzos para superarlo. Somos un pueblo soberano que acude al llamado del partido para elegir nuestros líderes desde las bases, manteniendo el criterio de la Unidad para alcanzar la Victoria. Hemos vivido tiempos difíciles desde lo económico, pero como pueblo continuamos defendiendo nuestra soberanía pues no aceptamos las imposiciones externas, creemos firmemente en el éxito del proyecto planteado por el comandante Chávez y en su continuidad por medio del presidente Nicolás Maduro.
La importancia de tener unas sólidas bases en el Gobierno se consolida al ganar las Gobernaciones y las Alcaldías para desarrollar así el despeje de todo el nuevo andamiaje económico que se está construyendo con la nueva Asamblea Nacional, que junto al Pueblo está elaborando y consultando la nueva arquitectura jurídico-económica. Se hace necesaria la implementación de estas leyes, que junto a las gobernaciones y alcaldías, garanticen la prosperidad económica, el desarrollo y el crecimiento para la reactivación del aparato productivo y de los nuevos modelos productivos en estos tiempos; procurando así el crecimiento sostenido y una recuperación de todas nuestras industrias, creando nuestro propio modelo por encima del bloqueo y de la pandemia. Continuemos junto al Pueblo en el desarrollo de la agenda del ejecutivo nacional y en la aplicación de políticas para atender el sector productivo en todas sus escalas, logrando así la consolidación de nuestra soberanía e independencia económica dentro del marco de la Revolución Bolivariana.
Año Bicentenario para reafirmar a Bolívar y Chávez.
A los 200 años del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, 67 años del natalicio del Comandante Chávez y 238 años del natalicio de nuestro Libertador Simón Bolívar, destacamos momentos históricos enmarcados en un mismo hilo de Luchas, Batallas y Victorias que van acompañando la construcción de una Patria Libre, Soberana e Independiente.
Simón Bolívar fue además de militar, estratega, político, libertador, internacionalista y un economista destacado. Buscó la unión de las naciones desde el punto de vista productivo, pensando que los recursos naturales bien utilizados, con trabajo y valor agregado eran capaces de hacer pueblos felices, sin que fueran dependientes de Europa. Bolívar, con su pensamiento dialéctico, buscaba la libertad del hombre y de las naciones, para lograrlo necesitaba estudiar los fenómenos sociales y económicos relacionados con el comercio internacional; entendiendo siempre que el comercio, los recursos naturales y la fuerza laboral eran los desafíos del imperio de hace 200 años.
Chávez al igual que Bolívar sabía que la independencia definitiva está en la economía y planeaba por ello en el año de 1996 la Agenda Alternativa Bolivariana, donde se planteaban los objetivos estratégicos para el futuro destacándose así elevar el nivel y calidad de vida de la población venezolana, atendiendo sus necesidades físicas (alimentación, salud, vivienda), sociales, culturales, políticas y económicas. Así como contribuir a las reivindicaciones de nuestra independencia nacional y a la reafirmación de nuestra soberanía. De esta forma se planteaba el papel del (1) Estado, (2) la política petrolera, (3) la propiedad y gestión del aparato productivo, (4) la educación, cultura, ciencia y tecnología, (5) la deuda externa, (6) el equilibrio macroeconómico, (7) el equilibrio macrosocial y (8) la dinamización de la producción.
Este modelo productivo intermedio lleva condensada la filosofía endógena con agentes dinamizadores como la industria, la construcción, la agroindustria, el turismo, las empresas básicas, las unidades productivas como empresas familiares, microempresas, modelos de industrialización, entre otros. Es propicio revisar entonces los documentanos fundamentales de nuestra revolución bolivariana; partiendo de las ideas de Chávez, el 05 de agosto de 1999 en el Palacio Federal Legislativo dijo: “Una ideología que tiene que hacerse concreta y ser llevada a texto, porque no haríamos nada con estar declarándonos bolivarianos, robinsonianos y zamoranos durante siglos, si no somos capaces ahora, cuando la historia y el momento lo reclama, de sembrar en una nueva Carta Fundamental, en la nueva Carta Magna de Venezuela, en el texto político que va a regir los próximos siglos, la idea bolivariana, esa que viene desde los siglos perdidos”.
Podemos afirmar que 200 años después seguimos firmes el mismo camino de Bolívar y Chávez, de la mano de nuestro primer presidente chavista Nicolás Maduro Moros quien en su mensaje anual ante la nueva Asamblea Nacional este año Bicentenario el 12 de enero nos dijo: ¡Ha retornado aquí Bolívar! ¡Ha retornado el Comandante y con ellos ha retornado toda la fuerza histórica que nos caracteriza como pueblo! Y ha retornado toda la potencia libertadora del siglo XXI. Estas palabras nos hacen afirmar una vez más que con Bolívar, Chávez y Nicolás transitamos a una Venezuela potencia con una economía real, sana y productiva.
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