Venezuela denuncia SILENCIO DE la OEA FRENTE A VIOLACIONES DE DDHH
SEPARACION DE NIÑOS de sus padres
ES UNA ABOMINACIÓN
En el día de hoy, 29 de junio, durante un Consejo Permanente
de la Organización de Estados Americanos, Venezuela
denunció el silencio cómplice de la OEA y de la CIDH frente a
las gravísimas violaciones a los derechos humanos por parte
de Estados Unidos, y en particular por su política migratoria
que implica la separación violenta de niños, niñas y
adolescentes de sus padres y madres, y su reclusión en jaulas
y centros de aislamiento, en acto brutal, inhumano y
abiertamente violatorio del Derecho Internacional. Lea aquí el
texto de la declaración de la República Bolivariana de
Venezuela.
Señor Presidente:
En 1935, el Doctor René Spitz estudió por primera vez
sistemática y metódicamente los efectos producidos en
los niños y niñas cuando se les separaba de sus madres.
Él observó luego de varias semanas que los niños y
niñas perdían gradualmente sus capacidades físicas (no
comían, perdían su peso corporal y no conciliaba el
sueño), perdían sus habilidades sociales (lloraban con
frecuencia, perdían el interés en su entorno, paraban de
jugar), incluso se degradaban sus habilidades
lingüísticas, simplemente paraban de hablar. Los niños y
niñas estudiados por Spitz entraban en una fase
regresiva de su desarrollo que se convertía rápidamente
en profunda depresión y si no se trataba a tiempo, los
afectaba de un modo irreversible.
El doctor Spitz es considerado como uno de los
fundadores de la Ciencia que estudia el desarrollo de la
niñez. Desde 1935, todos los estudios científicos han
corroborado las consecuencias a largo plazo de la
privación del amor materno en los niños y niñas.
Lo que nunca pudiéramos imaginar es que luego de
tantas comprobaciones científicas, el gobierno del
Presidente Trump decidiera por decreto, y no por error,
hacer pagar a miles de niños y niñas ese horrendo costo
en su salud física y emocional. Apartar a los niños y
niñas de sus madres es una decisión cruel, inhumana,
inmoral, pero sobre todo constituye técnicamente un
crimen porque a miles de niños se les está sometiendo,
deliberadamente, a privaciones que tienen los mismos
efectos que la tortura.
Estos hechos demostrados por la ciencia son irrefutables
La política de separación de los niños y niñas de sus
padres es una abominación, una vergüenza universal,
pero lo peor es que sus autores la defienden leyendo
versos de la biblia. Es intolerable tanta arrogancia.
Antier escuchábamos al Vicepresidente Pence en Brasil
citando las escrituras sobre "hacer justicia, amar la
bondad" en Venezuela y ayer vimos amenazando a los
presidentes de Centroamérica, llamándolos un peligro
para su seguridad nacional.
Esta inmensa ceguera moral es el resultado de una
ideología etno-nacionalista, supremacista, que
considera inferiores a los latinoamericanos.
Eso en todo el mundo tiene un nombre y se llama
racismo.
Señor Presidente:
En su presupuesto del 2018, el Congreso de los EE.UU
justifica el dinero que le otorga a la OEA de esta manera,
cito:
“La OEA promueve los intereses políticos y económicos de
los EE.UU en el hemisferio occidental y contrarresta la
influencia de países como Venezuela”
Debemos reconocer que nunca ha sido mejor descrita la
función de esta Organización. Eso explica porque, luego
de año y medio de insultos, humillaciones y amenazas
del Presidente Trump a los pueblos latinoamericanos,
nunca se ha dedicado un Consejo Permanente
Extraordinario a las agresiones racistas y belicistas. Eso
explica el silencio del Secretario General quien solo se
adhiere tímidamente a un comunicado de la CIDH
mientras es tan desaforado en otros temas.
Es la enorme influencia corrosiva del poder del
Presidente Trump lo que explica que la CIDH sea tan
activa con tantos países y tan pasiva con los EE.UU. En
1962, hace 56 años, fue el último informe de la CIDH
sobre los DDHH en los EE.UU. Hoy frente a la política
más cruel, el uso y tratos degradantes y lesivos a miles
de niños y niñas de América Latina en situación de
vulnerabilidad, la CIDH sólo se atreve a expresar "su
preocupación".
Para terminar señor Presidente, por todo lo anterior,
no podemos apoyar esta resolución presentada hoy. Es
una resolución tardía e insuficiente que desconoce la
incapacidad demostrada por los Órganos de la OEA para
denunciar violaciones masivas de los DDHH en nuestro
continente porque simplemente no pueden romper las
cadenas que las someten al gobierno de los EE.UU. No
podemos engañarnos.
Mantenemos nuestra esperanza de que en un futuro no
muy lejano, la indignación del continente, y de la propia
gran nación de los EE.UU. derrote las ideologías del odio
que hoy toman a los más vulnerables como rehenes
para imponer su impresentable visión del mundo.
“La Resolución
propuesta en la OEA es
tardía e insuficiente y
desconoce la
incapacidad
demostrada por los
órganos de la OEA…”
“La política de
separación de los niños
y niñas de sus padres
es una abominación,
una vergüenza
universal”
“El Gobierno de Trump
hace pagar a miles de
niños y niñas el
horrendo costo en su
salud física y mental
que implica la
separación de sus
padres y madres”
ciencia son irrefutables.
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